TEXCOCO, Edomex., 12 de abril de 2025.- Una noche que prometía buena música y ambiente terminó en gritos, destrozos y frustración colectiva en el palenque de la Feria Internacional del Caballo Texcoco (FICT) 2025, luego de que el cantante Luis R Conriquez fuera abucheado por cientos de asistentes inconformes con su presentación.
El motivo del disgusto, según testigos, fue que el artista interpretó únicamente covers, alejándose de sus conocidos corridos bélicos, lo que prendió la mecha entre el público que esperaba un repertorio diferente. Al notar la molestia creciente, Conriquez solo atinó a decir: “Ya me voy… gracias”, y abandonó el escenario.
Fue entonces cuando la situación se salió de control. Algunos asistentes comenzaron a lanzar objetos, a romper parte del equipo musical y a causar destrozos dentro del recinto, ante una evidente falta de reacción del personal de seguridad. Varios videos del momento ya circulan en redes sociales.
La polémica no tardó en incendiar internet. Mientras algunos culpan al cantante por no complacer a su audiencia, otros señalan que desde hace meses Luis R había anunciado que dejaría de interpretar ciertos temas violentos por decisión personal y profesional. “No fue estafa. Fue culpa de la mala organización y desinformación”, escribió un usuario en redes.
Comentarios como “la gente necesita violencia para entretenerse” o “hacen corto circuito cuando les dan música relajada”, también pusieron sobre la mesa un debate sobre el tipo de contenidos que consume el público habitual de estos eventos.
Cabe destacar que en medio del caos, la seguridad brilló por su ausencia. En lugar de controlar la situación, elementos del recinto tardaron en reaccionar, dejando que la violencia escalara a niveles preocupantes. Algunos incluso aseguran que se trata de otro caso más de negligencia por parte del Ayuntamiento texcocano, que parece más enfocado en rifar coches que en garantizar la integridad de sus ciudadanos.
No es la primera vez que la FICT se ve envuelta en este tipo de conflictos. La falta de organización, los fraudes en taquilla y los espectáculos mal planeados han sido una constante en los últimos años, generando cada vez más descontento entre quienes acuden con la esperanza de vivir una experiencia cultural o de entretenimiento sana.
A esto se suma la reciente prohibición de interpretar corridos en varios eventos masivos, decisión impulsada desde el gobierno federal, lo que algunos consideran el verdadero detonante del enojo colectivo en la noche del viernes.
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