A continuación, un editorial que refleja la opinión del gobierno de Estados Unidos:
El 21 de enero, Marco Rubio prestó juramento como el 72º Secretario de Estado de los Estados Unidos.
Anteriormente, en su audiencia de confirmación, el futuro secretario Rubio esbozó su visión de la política exterior de Estados Unidos.
Al final de la Guerra Fría, señaló, surgió un consenso erróneo de que el interés nacional podía ser reemplazado por uno que sirviera al orden mundial liberal:
«Esto no era solo una fantasía. Ahora sabemos que era un engaño peligroso».
La capacidad industrial de Estados Unidos colapsó; las cadenas de suministro críticas fueron empujadas a manos de adversarios; la migración masiva amenaza la estabilidad de las sociedades y los gobiernos. Si bien Estados Unidos, dijo Rubio, «con demasiada frecuencia priorizó el orden global por encima de nuestro interés nacional fundamental, otras naciones… lo manipularon para servir a sus intereses a expensas de los nuestros».
«Dimos la bienvenida al Partido Comunista Chino en el orden global, y se aprovecharon de todos sus beneficios e ignoraron todas sus obligaciones y responsabilidades», dijo. «Los narcoterroristas, dictadores y déspotas se aprovechan de las fronteras abiertas para impulsar la migración masiva, para traficar con mujeres y niños, y para inundar nuestras comunidades con fentanilo mortal y criminales violentos. En Moscú, en Teherán, en Pyongyang, los dictadores, los Estados canallas, siembran ahora el caos y la inestabilidad… y luego se esconden detrás de su poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o las amenazas de una guerra nuclear».
Para enfrentar la actual inestabilidad geopolítica, dijo Rubio, lo que se requiere es un Estados Unidos «fuerte y seguro (…) que se involucra en el mundo, poniendo nuestros intereses nacionales fundamentales una vez más por encima de todo lo demás».
Hace cuatro años, señaló Rubio, «la fuerza estadounidense fue un elemento disuasorio para nuestros adversarios, y nos dio influencia en la diplomacia».
«Ahora, trágicamente», dijo, «se pueden encontrar atrocidades horribles y sufrimientos humanos inimaginables en prácticamente todos los continentes». Debido a que Estados Unidos se fundó sobre la «verdad revolucionaria» de que todos los hombres son creados iguales y sus derechos provienen de Dios, «nunca seremos indiferentes al sufrimiento de nuestro prójimo», dijo Rubio. «Pero en última instancia, bajo la presidencia de Trump, la principal prioridad del Departamento de Estado de los Estados Unidos será Estados Unidos».
«Porque al final», declaró Rubio, «¿cómo puede Estados Unidos promover la causa de la paz en la Tierra si primero no está seguro en casa? ¿De qué sirve Estados Unidos para nuestros aliados si no es fuerte? ¿Y cómo puede Estados Unidos poner fin al sufrimiento de los hijos de Dios en todo el mundo si primero no es próspero aquí en casa?»
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