Tras la jura del lunes, que parecía la coronación de un villano de 007, podemos regocijarnos con los estrenos de este viernes, que son propuestas arriesgadas asumidas por directores con poca experiencia, pero cuya ambición extiende cheques que su talento no puede pagar (frase célebre … de ‘Top Gun’).
Muy adecuado para estos días es un relato sobre el malogrado sueño americano encarnado en un arquitecto húngaro que llega a Estados Unidos justo después de la Segunda Guerra Mundial. ‘The Brutalist’ es un enorme fresco de varias décadas de América, con tres horas y media de duración (lo habéis leído bien), que nos pasea por lo bueno y lo malo del ser humano. El protagonista, interpretado por Adrien Brody, lucha permanentemente por perder su alma, como el arquitecto de ‘El Manantial’ (1949), o rendirse y entregarla por treinta monedas, como el bolsista McCoy de ‘La hoguera de la vanidades’ (1990).
Todo en la megalomaníaca película (la monumental fotografía, la apabullante ambientación, la historia de ‘self made man’), está concebido para los Oscar, lo que encierra el peligro de acabar en el olvido en cuanto pase la temporada de premios. Los adjetivos hipertrofiados que le están dedicando no son un favor al disparar las expectativas hasta el nivel de las obras maestras. Felicity Jones y Guy Pearce completan el reparto del tercer largometraje de un actor metido a director como es Brady Corbet, que consigue firmar un trabajo visualmente arrollador, más cercano a la estética de Frank Lloyd Wright o Le Cobusier que de Frank O. Gehry o Zaha Hadid. Tiene intermedio de quince minutos, y os aviso que si salís de la sala en ese momento os iréis a casa con la sensación de haber leído ‘Conversación en La Catedral’, si seguís hasta el final será como terminar ‘Los pilares de la tierra’.
En las películas de amores adolescentes que tanto aburrimiento me producen (antes de verlas preferiría construir un granero con los Amish), todos los chicos son malotes y llevan moto, y todas las chicas son pijas y llevan falda de tablas. ‘Mala influencia’, adaptación de un mal libro de éxito, cumple de sobra con todos los estereotipos en un batiburrillo que mezcla ‘Elite’ con ‘Tres metros sobre el cielo’ (2010) y ‘El otro guardaespaldas’ (2017). Una niña bien, ‘ayuser’ de manual, tiene que ser protegida por un guapo de mirada y pasado turbios. Por supuesto la verosimilitud ni está ni se la espera, especialmente cuando los actores que hacen de adolescentes ya no tienen ni el carnet joven y nos regalan interpretaciones (susurradas) con la profundidad de un charco.
Una (obvia) brutal parábola, que parece nacida de Saramago, sobre la riqueza y su reparto es la coproducción ‘La fiebre de los ricos’ sobre un virus que ataca únicamente a los más adinerados de la sociedad, y del que sólo pueden librarse si se desprenden de todo. A la protagonista le pasa como al joven rico del Evangelio de San Mateo, que no sigue a Jesús para no perder sus bienes, así que lo pasará mal, y lo cuentan durante un metraje lleno de efectismo y buen ritmo. El mensaje ácrata de su realizador, el español Galder Gaztelu-Urrutia, está en la línea de su otro trabajo, ‘El hoyo’ (2019) (hasta hace que los ricos se embarquen en cayucos para huir de su fatal destino). Es más una diatriba moralista que un mensaje moral.
El mejor estreno de hoy, por diferente y por calidad, es la de animación letona ‘Flow. El mundo que salvar’. Un diluvio universal arrasa el mundo y un gato se monta en un arca de Noé sin Noé (qué bíblico está saliendo este artículo). La convivencia entre animales está rodada sin diálogos, lo que nos deja un ejemplo perfecto de auténtico cine. Maestría y talento a raudales en un film muy interesante.
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Nadie es perfecto aunque la Academia de Hollywood lo roza al haber nominado a la española Karla Sofía Gascón al Oscar a Mejor Actriz. Su ‘Emilia Perez’ ha conseguido trece nominaciones, alzándose ya con el premio de ser la película de habla no inglesa que más ha cosechado en la historia. Con fuerza la siguen ‘The brutalist’, ‘Wicked’ y ‘Cónclave’. El 3 de marzo el resultado.
Que tengáis una semana de cine.
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