Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna
Mauro Nicolás Gamboa |
El film ‘The Brutalist’ comienza con unas interesantes tomas realizadas por el director y creador de la obra, Brady Corbet, que ponen de manifiesto lo que el espectador se encontrará a lo largo de todo el desarrollo del metraje. Una mar de emociones, sentimientos y fuegos internos impregnados de una actuación desgarradora y lacrimógena del ganador de un Oscar, Adrien Brody. Recomiendo encarecidamente que sea vista en versión original para no perderse ningún matiz.
Huyendo de una Europa devastada y arrasada por la segunda guerra mundial, buscando un lugar mejor para su talento, su familia y su alma, el visionario y vanguardista arquitecto László Toth arriba a Estados Unidos, el país indicado, según su prisma y la oportunidad que le presenta la vida y que le ofrece un familiar suyo, para cumplir y llevar a cabo sus sueños en la tierra americana donde se fabricaban y se cumplían en aquellos tiempos. El arquitecto anhela reconstruir su vida, sanar heridas, ser feliz en su matrimonio y poder plasmar su arte en el nuevo continente que se manifiesta ante sus ojos como una ocasión única.
Ser migrante en la postguerra no era nada sencillo y uno no tenía casi información y, en muchas ocasiones, se embarcaban sin conocer el destino final. Cosa que no es el caso del protagonista, que llega al estado de Pensilvania dónde su primo lo recibe y le brinda todo lo que tiene a su alcance.
Pero nada es estático en la vida y László Toth es un arquitecto con un pasado y un presente, pero el exitoso y adinerado empresario Harrison Lee Van Buren considera que también tiene un futuro. Este industrial, que posee una gran fortuna y no es un dato nada menor para la trama, detecta el enorme talento y don arquitectónico y artístico que posee en su interior el protagonista húngaro. Ser exitoso, albergar poder y tener un legado, conlleva siempre riesgos. El precio alto, viene incluido en la ecuación.
El reparto de la película tiene como personajes principales a Adrien Brody en el rol protagónico, Felicity Jones encarnando a su esposa y a Guy Pearce como el industrial millonario, con Joe Alwyn, Raffey Cassidy, Stacy Martin, Isaach De Bankholé y Alessandro Nivola en papeles secundarios, pero todos tienen en común algo, que atraviesan la vida de László Toth.
La banda sonora a cargo de Daniel Blumberg que se ensambla a la perfección a las escenas, el montaje del controvertido, por sus declaraciones sobre la inteligencia artificial empleada en la obra, David Jancso, escrita por Mona Fastvold y el propio Brady Corbet, quien también oficia de director en una película rodada en 70 milímetros (acertadísima decisión), capta a la perfección la vida y obra de una persona, o mejor dicho, de un personaje, que marcara un antes y un después en la historia del cine. Tiempo al tiempo. Quizás por ello es que ya ha cosechado, de momento, entre otros galardones, 3 Globos de Oro, el león de Plata a la mejor dirección en el festival de Venecia y haya sido aclamada por la prensa especializada de todo el mundo.
Antes de concluir, quiero destacar las largas e importantes secuencias filmadas y realizadas por una sola cámara que hacen que los 215 minutos de duración, divido en tres partes y con un pequeño intervalo, sean para bautizar a esta obra de arte, como una de las mejores del siglo XXI del universo cinematográfico.
Si necesitas corroborar que tu corazón cumple su función correctamente y estas vivo, The Brutalist es tu película.
Fuente: Noticia original