Muerte al buen cine, más que stop motion
24 de enero – 2025
Por Cielo Delgado
Muerte al buen cine es un proyecto de animación con la técnica de stop motion que ha ganado reconocimiento y popularidad con la publicación de sus creaciones. Puede que esta popularidad se deba a su singular estética gore, reconocible a simple vista en cada corto, o tal vez al estilo único de cada figura que da vida a sus historias.
Considero que la popularidad de Muerte al buen cine radica en su capacidad de conectar con nosotros, con nuestras vivencias, nuestro entorno, nuestras travesuras y traumas de la infancia. Este proyecto es, por mucho, más que simples cortos de animación.
Para algunos puede parecer grotesco, para otros algo divertido, pero, sin importar el matiz desde el que se le observa, las obras de «El Muerte» (como se hace llamar su creador) retratan las vidas de muchos mexicanos, especialmente de las infancias. Creo firmemente que este proyecto ha logrado más que cualquier película de Videocine (sin ofender a aquellas que se rescatan) para transmitir el folclore mexicano y, al mismo tiempo, realizar una crítica sociopolítica del país.
A pesar de que solo vemos unos segundos o hasta un minuto en el producto terminado, detrás de esto hay semanas de trabajo. Hablamos de planeación con bocetos, la creación artesanal de personajes, grabaciones cuadro por cuadro, doblaje de voces, edición y mucho más. Es un trabajo titánico que definitivamente merece más apoyo y reconocimiento del que ya tiene.
Su creador se ha convertido en un referente para los futuros animadores y para quienes aman la animación, pero, sobre todo, ha sido una inspiración para que nos atrevamos a materializar nuestros proyectos con los recursos que tenemos, aferrándonos a nuestra creatividad y al artista que todos llevamos dentro.
Muerte al buen cine reconfigura el sentido de la animación para demostrarnos que no es solo para niños. Con una serie de eventos sociales que han marcado a México —como la leche radioactiva de la Conasupo en el 86, la excesiva propaganda de las elecciones, la violencia en la que están sumergidas las infancias e incluso leyendas urbanas de la televisión—, combinados con referencias cinematográficas, nos entrega un producto digno de proyectarse en cualquier sala de cine.
@cielosaad
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