Marwan: «Las letras vacías de la música urbana son el brazo armado del capitalismo»


Llego a su estudio en Carabanchel, a unos metros de la mítica sala de conciertos Gruta 77, pared con pared con una productora de cine y en pleno corazón de Distrito 11, la zona en la que se condensan los estudios de trabajo de toda una nueva hornada de artistas plásticos, escultores y demás artes. Marwan (Madrid, 1979) justifica el desorden porque están con los preparativos del concierto que dará en el Movistar Arena el viernes 17 de enero. Y es que Marwan & Amigos-20 aniversario es en realidad un doble salto mortal. Primero, porque es su primer Movistar Arena (hasta hace un mes, Wizink) como cantautor independiente, es decir, sin discográfica ni promotora que le respalde. Y segundo, porque será el gran broche de su disco de aniversario, en el que hay catorce duetos con lo mejorcito del panorama musical, desde Ismael Serrano o Pedro Guerra a Iván Ferreiro o Jorge Drexler, y muchos de ellos le acompañarán en el escenario, en una noche que a buen seguro será muy emocionante. Y no solo para él, sino para los miles de cómplices que serán testigos desde la grada.

Macutos por todas partes, póster con la portada de su último disco para firmar… Pero al verme llegar, se sienta en el sillón que preside la sala, lamentándose del cansancio que tiene encima, y se concentra totalmente en mí.

«En venta de entradas, este es el concierto más grande que he hecho en mi vida»

¿Tanto hay que hacer antes de un concierto o es en este especialmente?
Es que los preparativos de un gran concierto como este no tienen nada que ver con ningún otro. Para empezar, es la primera vez que llevo tres vientos, con lo cual hemos tenido que preparar unos arreglos de viento. También hemos hecho muchísimos ensayos de coros, porque hay momentos que cantamos ocho o nueve personas en el escenario. Y luego, invitar a todos mis amigos ha sido una locura de infinitos detalles. En comparación con tocar en Joy Eslava o en But, que son salas para mil personas que está muy bien, pero a nivel de preparativos no tiene nada que ver.

¿Cuál es sitio más grande en el que has tocado antes?
He tocado en el Wizink en 2018, pero con la mitad de gente que esta vez. Y otras veces, incluso lleno, pero en eventos corales como el concierto homenaje a Aute o en el de Cadena Dial. Y luego he tocado para más gente, por ejemplo en las fiestas de Aluche [el barrio de Madrid en el que pasó su infancia y juventud] ante unas 30.000 personas, pero de vender entradas este Wizink es lo más grande que he hecho.

¿Este concierto es el broche a la celebración de los 20 años?
Tal cual, porque además es que este es un disco 20 aniversario en el que regrabé las canciones en duetos. Así que en él aparece Miguel Poveda y al concierto viene Miguel Poveda, igual que Rozalén, Nach o Luis Ramiro. Es un intento de replicar parte del disco sobre un escenario. Eso sí, en el disco hay catorce o quince duetos y al concierto vendrán seis o siete personas de las que participan en esos duetos y además habrá otros amigos invitados. Va a ser un concierto estelar.

¿Es un un sueño cumplido o nunca alcanzaste con soñar algo así?
Es mucho más que un sueño cumplido. Yo cuando empecé a componer con 18 años, solo quería expresarme. Quería poder contar mi historia como lo hacían los de la generación de los 90 que a mí me encantaban como Ismael Serrano, Pedro Guerra, Tontxu… Porque yo venía escuchando a Silvio Rodríguez, Serrat o Sabina, pero los sentía un poco más lejanos por un tema generacional. No porque no me identificara con sus letras, que me moría con ellos, pero es verdad que Pedro Guerra e Ismael Serrano tenían solo unos pocos años más que yo y generacionalmente me identificaba mucho más con ellos. En ese momento, yo solo quería hacer canciones y no soñaba ni con llenar estadios ni con sacar discos, solo quería expresarme. Poco a poco fueron creciendo los sueños y la verdad es que, que un artista independiente como yo acabe tocando en el Wizink con miles de personas, con el mejor cantaor de flamenco de España, Miguel Poveda o con Rozalén, es un regalo para mí.

Fernando Roi HEARST//Esquire

Pero es que tú eres un tipo entregado, lo hemos comprobado nosotros que siempre que te hemos llamado para lo que sea has estado. Así que sospecho que el hecho de que toda esa gente quiera estar en el escenario el día 17 es porque te lo has ganado a pulso.
Sí bueno, hay amistad y supongo que también les gustaron esas canciones que quise compartir con ellos y que les invité a cantar. Las he elegido meticulosamente. Poveda, por ejemplo, me dijo que no sabía que la canción podía quedar así y creo que es el mejor dueto que he hecho en mi vida. Pero hay ciertas cosas… Como que yo empecé a componer por Ismael Serrano y ahora es uno de mis mejores amigos. Y cuando aún no componía escuchaba a Los Piratas y ahora está Iván Ferreiro conmigo. Y Fon, que es otro integrante del grupo que también es amigo íntimo mío. Así que ha sido un camino muy bonito.

Has hablado de los circuitos de cantautores que había en aquella época en Madrid (Libertad 8, El Búho real, La redacción…). Esa época fue muy interesante porque hubo un resurgir de la canción de autor y de allí salieron muchos cantautores importantes, como el propio Ismael Serrano y se habla poco de aquello. ¿Cómo lo viviste?
Sí, aunque la realidad es que no triunfaron tantos. Lo hicieron Ismael Serrano, Pedro Guerra que había salido un poquito antes por Contamíname y Chaouen, pero luego se fue diluyendo un poco. Aunque para mí Carlos es el mejor, pero es verdad que él poco a poco se fue apartando y ahora se dedica a otras cosas. Y otros como Antonio de Pinto, que a lo mejor no han tenido una carrera, pero que son artistas increíbles. Yo recuerdo esa época, porque también iba a La redacción o a Libertad 8 para verlos. Al calor de esos pequeños garitos hubo un movimiento y unos compositores con sus sueños y otros oyentes a los que les contaba sus sueños, fue increíble. Y creo que está poco reconocido, debería haber libros sobre lo que sucedió entonces. Había programas de radio que se dedicaban solo a esto, como La gramola [dirigido por Joaquín Guzmán], que escuchaban cientos de miles de personas.

“Cuando yo escuché a Ismael Serrano supe que quería ser eso, ni siquiera que quería ser cantautor, simplemente quería ser como él”

El primer concierto de Ismael Serrano, una vez que sacó Atrapados en azul en el Palacio de congresos, fue todo un acontecimiento. Hoy habría sido un sold out.
Sí, yo estuve en ese concierto, fue el 30 de octubre del 1997. Tengo la fecha grabada porque ese día me cambio la vida. Ismael Serrano me cambió la vida.

¿Fue la primera vez que le viste?
Sí, había empezado a escucharle hacía dos meses y acababa de sacar su primer disco. Fui a aquel concierto y me cambió la vida. Porque cuando yo escuché a Ismael Serrano supe que quería ser eso, ni siquiera que quería ser cantautor, simplemente quería ser como él. Yo ya tocaba la guitarra, así que me puse a componer, a imitar a Ismael Serrano y de ahí nace todo. Yo se lo digo y como ahora es amigo no se lo toma en serio, pero así fue. Así que a mí escuchar a Ismael me cambió la vida y no solo a mí, a muchos de mi generación, a Luis Garrido también. Para nosotros Ismael Serrano era una religión.

¿Y cuál fue la primera vez que te subiste a un escenario?
Fue en 1999. En el 97 escucho a Ismael Serrano, empiezo a componer, y en el 99, en mi facultad, en el INEF, me subí a un escenario por primera vez a cantar mis canciones.

En esa época, el mundo universitario daba mucho más pie a esas cosas, había conciertos a menudo, en facultades y colegios mayores. ¿Eso ya no existe?
De hecho, gran parte de la culpa de que yo me hiciera conocido en esos años fue porque hacíamos muchos conciertos en el ambiente universitario, en los colegios mayores. Nos íbamos al Chami [así se conocía al Colegio Mayor Chaminade], al Teresa de Jesús… En el segundo hice yo mi primer concierto solo, en el que toqué 20 canciones. Ahora ya no hay nada de esto, porque hay otros gustos, más cerca del urbano. Pero en esa época gustaba el chico que se subía con una guitarra y con una voz, tenía mucho éxito.

Entiendo que para ti ese momento fue importante porque subirse a un escenario es un poco la consagración de un artista, ¿no?
Sí, es la cuadratura del círculo. Yo creo que definitivamente es la gira la que lo completa todo. El proceso de composición, de grabación en el estudio y, después, la gira. Pero depende de la música, porque hay artistas urbanos cuyos directos son una castaña pilonga, son músicos de estudio y ya está. Sin embargo, para mí donde se ve el verdadero talento de un artista es en el directo, independientemente de si es técnicamente bueno o de si canta bien o mal. Si transmite, si hay una alquimia en ese escenario que está transformando las emociones de los que estamos ahí. Eso para mí es un artista, un ser transformador. Si tú te quedas igual, para mí no es un artista, es solo un ejecutor musical.

«Las letras para mí son muy importantes y sin embargo hoy en día, y perdón por la expresión, se las trata como al último leproso del pueblo»

¿Y cuál crees que es la clave para esa conexión? Las letras, que ahora se olvidan tanto en el mundo de la música, ¿son importantes?
Las letras para mí son muy importantes y sin embargo hoy en día, y perdón por la expresión, se las trata como al último leproso del pueblo. Pero para mí es una prioridad absoluta. Evidentemente lo más importante es la música y, si una melodía no emociona, por muy buena que sea la letra, no va a colaborar. Pero si tienes una melodía y una letra buenas, en comparación con una melodía buena y una letra regular o mala, es que no hay color. Eso es lo que hace que los mejores artistas sean los mejores. ¿Por qué Serrat y Sabina son los artistas más importantes en español? Porque han escrito letras que son biblias, que han narrado nuestra vida del modo más bello, mejor cuidado, más preciso… Entonces las letras para mí son algo primordial porque la carga que contienen es absolutamente transformadora. Aquello que la gente no sabe expresar de otro modo, se lo expresa una canción de Sabina o de Serrat. Serrat ha plasmado las costumbres del Mediterráneo como nadie y, Sabina, el día a día del español medio. Por eso son artistas. Uno no sale de un concierto de Sabina igual que ha entrado. Son sabios, así que hay que continuar esa tradición.

En las letras de tus canciones hay mucho de eso y sobre todo hay mucho espacio para las emociones. En un mundo bastante anestesiado y con poca inteligencia emocional, tus canciones son el mejor muestrario. ¿En tu vida diaria eres así, más sentimental que social?
Sí, incluso en las canciones con un mensaje social hay sentimientos también. Soy muy sentimental. Hay muchos artistas a los que les gusta parecer más fríos o irónicos y les cuesta mostrar sus sentimientos. Pero yo tengo esa sentimentalidad exacerbada y siempre ha sido así. Aunque ahora ya no la tengo tan fuerte en lo personal, pero en mi arte la sigo teniendo.

“Ahora manejo mejor mis emociones, me he quitado una gran parte de mi neurosis. La edad ayuda a quitarte muchas inseguridades. No todas, porque nadie se quita todos sus agujeros”

¿Cuando se madura se endurece uno un poco?
No, es que yo creo que ahora manejo mejor mis emociones, me he quitado una gran parte de mi neurosis. La edad ayuda a quitarte muchas inseguridades. No significa que te las quites todas, porque nadie se quita todos sus agujeros, pero me he quitado muchas, porque he hecho mucha terapia.

Igual no es bueno que te las quites todas para tener material para tus canciones. ¿Hacer música no es ya una terapia en sí misma?
Sí, está esa idea romántica de que la música es terapia y por supuesto que lo es. Pero sobre todo el encuentro con el otro. Para mí saber que hay gente en su casa alrededor de mis canciones, como quien se pone frente a una fogata, y que las siente y las escucha con amor, es increíble. O cuando salgo a un escenario y veo a la gente emocionada, ese acto tribal me reconcilia con la vida real, es muy sanador. Pero hay ciertas cosas que o vas a terapia o no te las quitas en tu vida, por muy músico que seas. Y yo he necesitado hacer mucha terapia para solucionar mis conflictos internos.

«No me avergüenzo nada de mi camino porque siempre me he tomado muy en serio las canciones y al público. Yo no le quiero vender hamburguesas musicales a nadie»

Y ahora que has hecho una revisión de tu carrera y de tus canciones después de veinte años, ¿has visto cosas en tus primeras canciones que te hayan chirriado?
Hay algunas, pero no en las de este disco porque son clásicos que he estado tocando muchísimos años. A lo mejor en alguna canción más jocosa o que de repente haya alguna cosa ahí que cambiaría, pero la verdad es que es un dos o un tres por ciento de mis canciones. Yo me tomo tan en serio este oficio y tengo tan buenos referentes… Ismael Serrano, Jorge Drexler, Pedro Guerra, Ismael Serrano, Sabina, Serrat, Aute, Pablo Milanés… Con esas letras, si tienes una cierta capacidad para tomar prestado lo que tú necesitas para luego transformarlo en tu estilo, yo creo que es difícil que te pongas a hacer cosas de las que te avergüences. No me avergüenzo nada de mi camino porque siempre me he tomado muy en serio las canciones y al público. Yo no le quiero vender hamburguesas musicales a nadie, quiero hacer canciones que trasciendan, eso me encantaría, pero al menos que perduren y que se mantengan vigentes dentro de 30 años. Y creo que cuidándolas lo consigues. A lo mejor temáticamente no están tan vigentes, pero la realidad es que, si tú cuidas esas letras, el otro la va a sentir como propias en algún sentido.

¿Ese es el secreto, que quien lo escucha se sienta identificado?
Hace un tiempo le pregunté a Luis García Montero qué debía tener un buen poema y él me respondió: “Que cuando tú escribas una canción sobre tu novia, consigas que el otro sienta que hablas sobre su novia. Y que cuando escribes una canción sobre tu infancia, el otro sienta que estás hablando sobre la suya”. Y en el fondo, esa capacidad de hacerlo de un modo poético y convertir una canción, no en un cuadro que uno mira desde fuera, sino en el espejo que uno mire y se vea dentro. Este es el oficio del cantautor y del poeta. Y eso es lo que hace que la gente las sienta como propia y aunque no la hayas vivido de algún modo, te sientas inmerso dentro de esa historia. Y eso es por cuidar las canciones.

La poesía, tan denostada últimamente, es una parte fundamental de la vida de un cantautor. ¿Es una forma de ver la vida?
Sí, creo que los artistas, no porque seamos especiales sino porque somos artistas, siempre tenemos una mirada poética de la vida. A veces voy por la calle, me dicen una frase o veo una situación concreta y veo una canción o un poema. Y no quiero parecer con esto el típico romántico que va oliendo el aire. Soy un chaval superterrenal, pero es verdad que tengo una sensibilidad especial para mirar las cosas, porque forma parte de mi oficio. Pero la verdad es que hay poesía en todas partes. No falta poesía, lo que faltan son poetas que lo cuenten. Y ahora también ventanas para que los poetas puedan contar sus cosas. Pero sí, yo creo que la poesía y la canción de autor son un modo de mirar. El arte, en definitiva, es un modo de mirar a la vida y de contar esas cosas que a la ciencia a veces se le escapan y a través de símbolos como es la poesía, se puede explicar una emoción universalmente compartida.

marwan 20 aniversario wizink

Fernando Roi HEARST//Esquire

La poesía y la canción de autor, además, ha sido también un instrumento transformador en la sociedad, en situaciones complicadas sociales y políticas incluso. Hablabas antes de Silvio Rodríguez. Y esto, sin embargo, es algo que parece que se ha olvidado. Cada vez hay menos reivindicaciones sociales y políticas en la música. ¿Por qué ya no hay himnos?
Pues desde Papá, cuéntame otra vez de Ismael Serrano solo ha aparecido, desde mi punto de vista, un himno generacional social, que es La puerta violeta de Rozalén. Estamos hablando de un margen de veinticinco años. O quizá también la de Rigoberta Bandini, Ay mamá. Son dos temas feministas que condensan el sentir del auge del feminismo en la sociedad. Y sí es verdad. No sé si es por los tiempos que corren, que son cada vez más individualistas. En el siglo pasado, la principal ciencia era la sociología, el estudio de los movimientos sociales. Y ahora es la psicología, que es individual. Y sobre todo la psicología llevada al consumismo, a la autoayuda barata, etc. Esto hace que prevalezcan otros tipos de música con otro tipo de mensajes. Desde mi punto de vista, la canción de autor, y sé que hay gente que no va a estar de acuerdo con esta reflexión, ha sido el brazo armado de las luchas sociales. Y de los sentimientos de las personas que tratan de transformar la sociedad. Mientras que en la música urbana, en general, quitando algunos que son maravillosos, hay muchas letras vacías que son el brazo armado del capitalismo. Porque solo hablan de tetas, de culos, de cochazos y de tengo “una limo en mi mansión”. Son cosas totalmente superficiales. A mí como estética me parece interesante. Y como es su estética, aunque vivan en un piso de treinta y cinco metros, los chavales hablan de su limo. Igual que los raperos, aunque no pinten paredes, dicen “tageando la pared”. Cada uno tiene su estética y el cantautor también, la de ser profundo, ahí no entro. Pero vivimos en una sociedad de un capitalismo caníbal y depredador, y ese tipo de música lo aúpa más todavía. Y que esas canciones se escuchen más que La puerta violeta, que es un himno de un nivel de locos, no me mola. Pero es lo que nos toca.

“Creo que hay un plan para desactivar y dejar a la gente quejándose en las redes y que no salga a la calle a protestar, que no haya grandes movimientos sociales”

Y que además vivimos en un momento políticamente, pero también socialmente, con problemas como el acceso a la vivienda, la sanidad pendiente de un hilo… Y de todo eso no se habla tampoco en el mundo de la música.
Y los problemas para llegar a fin de mes con el precio de la luz, la gasolina, los alquileres… Hay cosas que han subido un cien por cien en los últimos cuatro o cinco años. Pero sí hay cantautores que hacen canción social jóvenes. Por ejemplo, Pedro Pastor, que es un crack, o Muerdo, que también tiene mucho mensaje. Pero es verdad que no están en los medios principales. Aute, Serrat o Ismael tenían muchos medios. Pero ahora este tipo de música no tiene grandes ventanas. En general, en cuanto te sales del pop o del urbano, la música ahora no tiene grandes ventanas. Así es difícil que se conviertan en la punta de lanza de esas luchas sociales. Así que, aunque nosotros contemos eso, no llega a tanta gente. Yo mismo en el último disco metí una canción nueva, Lo llaman vida, que está basada en la película de Juan Diego Botto sobre los desahucios, En los márgenes, que tiene una gran carga social. Mensajes hay, lo que pasa es que no se convierten en himnos. Porque es difícil que se convierta en himno hoy en día en la sociedad en la que estamos hiperbombardeados de información en las redes. Creo que hay un plan para desactivar y dejar a la gente quejándose en las redes y que no salga a la calle a protestar, que no haya grandes movimientos sociales. Y eso se traslada también a los medios.

Eso sucede en el plano social y en el caso del feminismo, que comentabas antes, el tipo de mensajes que llegan desde la música urbana y el reguetón son preocupantes. ¿No te parece?
Los que tenemos unas inquietudes sociales le tenemos mucho miedo a ese tipo de mensajes, porque sabemos lo que cuesta la lucha social. Y de repente, que haya un aluvión de hamburguesas musicales que tiran todo eso por tierra, asusta un poco. Porque la lucha feminista ha costado mucho. Cuesta sangre, sudor y lágrimas sacar adelante una ley. Cuesta muchas palizas, muchas muertes de mujeres, contratos precarios y toda la historia de opresión. Y claro, que luego veas letras en las que se cosifican tanto jode, porque eso va en contra de la lucha. Y luego no sé, a lo mejor hay mucha gente que escucha esa canción pero después es súper feminista y va a las manifestaciones y todo. Porque la gente no siempre es tan activista de las canciones que escucha. Yo sé que hay peña que vota a Vox y vienen a mis conciertos y se pone a llorar con mi canción de Palestina. Es raro, viene más gente de izquierdas y con una sensibilidad social a mis conciertos, porque hay canción de amor, social, hay un mensaje Palestina… Pero es verdad que a veces nos preocupamos de más y luego al final nosotros mismos, con nuestro pensamiento, hemos provocado un poco que venga el lobo.

Es verdad que hay un tratamiento superficial de todo, en general, y de eso parece aprovecharse la política. ¿Nos hemos acostumbrado?
Sí, hay muchos escándalos políticos. Hace 35 años, por un problema como los que están saltando ahora, un político dimitiría. Pero ahora no dimite nadie. Se ha hecho callo a la hora de aceptar que la política sea un caos y que la política sea corrupta. Nos indignamos, pero solo en las redes, pero luego no salimos “a tapar la calle”, como decía Pablo Guerrero, a manifestarnos en condiciones. Es que son tantos escándalos y tantas cosas que es preocupante. Los medios han convertido la política en parte del show business. Se ha vuelto un show y la política da más emociones que soluciones, es acojonante. Porque la gente ya no lucha para solucionar algo, para que los políticos solucionen algo. Luchan para defender a la persona, a ese político o política. Aunque hay muchos políticos que son la cara visible de esa lucha social. Por ejemplo, lo que le ha sucedido a Irene Montero me parece una locura. Ese nivel de acoso que sigue sufriendo todavía, incluso ahora que ya no es una política de primerísima línea, como cuando era ministra, y que siga ese acoso es una locura. Pero siento que se habla más de los políticos que de política y siento que la política da más emociones y más broncas que soluciones y eso es muy jodido.

“Esto no empieza el 7 de octubre de 2023. Mi padre en 1950 en un campamento de refugiados, porque en el año 48 a mi familia la expulsan de su tierra y los mandan a un campamento de refugiados”

El conflicto de Palestina sigue lamentablemente de actualidad y desde 2023 está más enquistado, pese al acuerdo recién firmado. Y seguramente más polarizado en la opinión pública, ¿no te parece?
Yo creo que, en general, quitando EE.UU. e Israel, la mayoría de la gente es pro Palestina. No lo son quienes tienen los poderes, los medios y determinados políticos de derechas. Es así porque Israel es una creación de Europa y de Estados Unidos para tener bases, es una creación para sus propios intereses. No es una creación para alojar a los judíos del mundo, que habían sido maltratados históricamente y sobre todo en el Holocausto. Esa es la excusa perfecta para crear un Estado que sirva para tener bases en una zona que tradicionalmente ha sido conflictiva para Occidente, para Estados Unidos principalmente. Porque les interesa mucho su petróleo, su gas y sus recursos. Creo que está claro y por eso hay una mayoría de personas que apoyan a Palestina, que incluso aunque no les guste Hamás, están con la libertad de pueblo palestino. Aunque parezca que hay polaridad en las redes, pero es que hay una cantidad de bots proisraelíes… Yo publico muchas cosas de música y no tengo respuesta, pero cuando publico algo de Palestina, me comentan ochocientas personas proisraelíes. Pero más allá de eso, lo que está ocurriendo es un genocidio, a veces hay que hacer un poco de pedagogía sobre este asunto. Esto no empieza el 7 de octubre de 2023. Mi padre nació en 1950 en un campamento de refugiados, porque en el año 48 a mi familia la expulsan de su tierra y los mandan a un campamento de refugiados. Y esta es la historia del pueblo palestino, que un millón de personas se tienen que ir porque su tierra la parten en dos y crean un nuevo estado, porque los judíos de todo el mundo habían comprado terrenos en un lugar llamado Palestina que, aunque estuviese bajo mandato británico, se llamaba así. Por mucho que ahora digan que no existió nunca. Porque los palestinos son los filisteos. Históricamente han estado ahí, como los judíos y otras etnias. El problema de Palestina es que está ocupada, que de un día para otro, del 67 hasta la actualidad, han empezado a anexionarse más territorios y los palestinos se defienden y ya está. ¿Que a veces lo hacen de un modo absolutamente violento? Por supuesto y no me gusta, porque además creo que no es la solución. Pero si a ti te están masacrando constantemente, lo normal es defenderse, todos lo haríamos. La analogía es sencilla: imagínate que empiezan a venir franceses a España, y el resto de Europa diga que la mitad de España tiene que pasar a llamarse Francia 2. Y nosotros ya está, nos vamos a lo que nos queda de España, mientras Francia se va quedando nuestro territorio. ¿Nos íbamos a quedar de brazos cruzados porque si no nos llaman terroristas? Pero se crea una retórica a través de los medios que trata de deshumanizar a los palestinos pintándolos ante la opinión pública como el mal encarnado, cuando son una nación ocupada por otra, que no tiene armas, que no tiene ejército y no ha sido reconocida por la ONU. Se les pinta como salvajes y malnacidos violentos que hay que exterminar, porque si no, acabarán con la sociedad occidental. Mientras Israel tiene un armamento militar de locos y bombardea desde el año 48 territorio palestino. Pero si los palestinos responden son lo peor. Pobrecitos los israelíes, que se están defendiendo, que tienen su Estado y no le dejan vivir… Es un genocidio y hay que llamarlo como tal. Es un plan de limpieza étnica, que está documentado por israelíes en 1900. Y el que no quiera verlo, que no lo vea. Eso es lo que están haciendo ahora en Gaza.

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Fernando Roi HEARST//Esquire

Como no puede estar más clara tu postura, vamos a cambiar de tema. ¿Cuál es el lugar más imprevisible en el que te has compuesto una canción?
Fíjate que no necesito esa inspiración del lugar. Compongo en cualquier sitio, en cualquier formato, sobre cualquier soporte y a cualquier hora. Voy en un tren incómodo y compongo; estoy en Formentera en la playa, en pelotas y compongo. Depende un poco de la inspiración, que puede surgir en cualquier momento. He escrito hasta en una bolsa de papel de las de los aviones de Ryanair, que es lo menos poético del mundo, igual que en la Moleskine. Hasta en el móvil caminando por la calle he escrito.

¿Y las melodías también?
Lo normal es que surjan con la guitarra, pero hay alguna canción, por ejemplo, que grabé con Iván Ferreiro, Los restos de esta historia, me surgió yendo en un avión a México y la canté directamente al móvil.

Me imagino que más de una vez te han contado historias de cómo tus canciones les ha influido o les ha cambiado la vida, como a ti Ismael Serrano. ¿Cuál es la historia más increíble que te ha llegado en este sentido?
Sí, hay mucha gente que tiene relaciones a las que llegan con miedo por una mala experiencia amorosa anterior y les cuesta abrir su corazón y me dicen que Un día de estos es su canción. Y luego, con Canción a mi padre, que es una canción que habla sobre la vida de refugiado de mi padre y su posterior vida en España, es curioso que mucha gente me dice que le recuerda a su padre, aunque sea de Elche. Y la canción que le dediqué a mi madre, Mi columpio, me han dicho que se la han dedicado a la suya, o se la han puesto cuando estaba enferma… Pero lo más fuerte que me ha pasado fue en noviembre de este año en Morelia, en México. Se me acercó una chica y me dijo que se iba a suicidar y que, de repente, Alexa de Amazon le puso música aleatoria y salió una canción mía titulada La vida cuesta, y que la escuchó y entendió que hay otras personas que lo están pasando mal y que decidió no suicidarse. Yo trato de no creerme mucho esas cosas porque te puedes sentir un dios, pero la realidad es que me tocó y mucho. Uno siempre sueña con que la gente se enamore con una de sus canciones, soñar con acompañar a la gente en sus historias de amor, pero no sueñas que una canción tuya pueda llegar a ayudar verdaderamente una persona hasta ese nivel. Eso es algo con lo que uno no cuenta y que es el gran regalo de una vida.

Después de la gira, ¿qué tienes previsto? ¿Vas a descansar?
Nos quedan tres mesecitos más de fin de gira: Barcelona, Murcia, Canarias, Sevilla, Valencia, Valladolid, Donosti… Pero antes incluso de que termine empezaremos a sacar singles. Llevo cinco años sin publicar un disco con canciones nuevas, he sacado alguna nueva en este tiempo pero no un disco completo. Pero ya he compuesto muchísimo y ahora ya hay un material precioso que va salir ya. Tenemos un último dueto de sorpresa, que en este caso es un terceto, porque es la canción 5 gramos de resentimiento que ya grabé con Nach y a la que hemos añadido una voz sorpresa y ya es la última del 20 aniversario. Es como un poco el colofón y ya empezamos con canciones nuevas en marzo o en abril.

Fuente: Noticia original

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