María Blasco: «Mi continuidad está en manos del patronato del CNIO»

Después de una semana trufada de titulares de prensa con acusaciones sobre la gestión del centro de investigación oncológica más importante de España, el CNIO(Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas), la institución afectada emitió un comunicado, en la mañana de ayer viernes, con el que pretende aclarar, punto por punto, las denuncias vertidas sobre el programa CNIO Arte, los equipos averiados, un déficit de 4,5 millones de euros, la fuga de investigadores…

Y, a mayores, la directora científica del CNIO, María Blasco, en cuya figura se han concentrado la mayor exigencia de responsabilidades, compareció en rueda de prensa junto a los vicedirectores Óscar Llorca y Óscar Fernández-Capetillo, y el director del programa de Biotecnología, Fernando Peláez.

Para empezar, Blasco dejó claro que el CNIO (dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades) es un centro de excelencia científica y para sostener esa afirmación ha hecho un repaso de su actividad reciente. Por un lado, aseguró que han batido su «récord de publicaciones» en revistas de impacto: más de 50 artículos en 2023. También han tenido un «año récord en la captación de fondos», entre los que ha referido a los 6,4 millones de euros destinados a un programa de investigación sobre estrategias de IA y cáncer.

Posición en ‘rankings’

«En el ranking de Nature, el CNIO ocupa el primer puesto en España como centro de investigación del cáncer, el segundo en Europa y entre los primeros del mundo. En el ranking de Scimago, estamos los segundos de España, y también entre los primeros del mundo». Blasco ha destacado la capacidad de trasladar los resultados de investigación a los pacientes. Y se ha referido a un reciente acuerdo del CNIO con el equipo del hematólogo que trabaja en CAR-T del Hospital Universitario de La Paz, de Madrid, Antonio Pérez.

Según explican desde el centro, el Science Advisory Board del CNIO, integrado por expertos internacionales de reconocido prestigio, concluyó en su última revisión el pasado año que: «Quedó impresionado por la excelencia científica».

«Desde la creación de la Oficina de Innovación en 2012, han llegado al CNIO 41 millones de contratos con farmacéuticas y ha habido ventas por valor de más de 8 millones de euros. Estas cifras prueban la excelencia del centro», reiteró Blasco.

En definitiva, la directora científica del CNIO justificó con datos y hechos la posición destacada del centro español dentro de la investigación mundial en Oncología, con cifras que colocan a la institución «por delante» de otros centros con mayor dotación de recursos. «Somos 500 investigadores y tenemos un alto rendimiento en investigación».

Microscopio confocal y otras dotaciones

Con este lugar en los ránkings, ¿puede tener el centro solo un microscopio confocal que funcione, según lo que ha publicado El País y han confirmado el CNIO? En la respuesta, los directivos han explicaron que cuenta con un millón de euros de dotación presupuestaria para comprar equipamiento nuevo cada año.

Fernando Peláez, director del programa de Biotecnología, señaló que la toma de decisiones de compras se adopta en el Comité de Directores de Programas del CNIO, donde «se establecen las prioridades». Contentar a todos los grupos de investigación con ese millón de euros «es imposible», porque, a ojos de los responsables, esta asignación anual es insuficiente. Así que «siempre habrá algunos equipos que estén más contentos que otros», apostilló Fernández-Capetillo.

«El equipamiento estrella de este año ha sido un espectrómetro de masas, última generación Orbitrap Astral, para la unidad de proteómica, que ha costado 1,3 millones de euros. Esto nos ha permitido posicionarnos en la primera línea de la investigación proteómica«, señaló Peláez.

También, se ha adquirido una resonancia magnética para modelos animales, que ya está siendo instalada, con un coste de 700.000 euros. «Ambos equipamientos son esenciales para el CNIO».

¿Y los microscopios confocales? Blasco responde: «Es una prioridad porque se han estropeados. Antes de ayer, hemos acordado que, dado que no tenemos presupuesto, vamos a alquilar uno».

En todo caso, sobre esta cuestión, en la nota difundida por el CNIO, explican que han pedido financiación al programa de infraestructuras del Ministerio de Ciencia (MICIU) «pero no ha sido concedida para el microscopio confocal», que tiene un coste de más de 500.000 euros.

SIN UNA LEY DE PRESUPUESTOS, PARTIDAS PAUSADAS

Porque, a parte del presupuesto de millón de euros para la renovación de equipos, el centro participa de otras partidas estatales, que no son fijas, y que les permiten ampliar esa dotación. Así mismo, explicaron que la falta de una ley de presupuestos les tiene congeladas otras fuentes de ingreso.

Sobre los salarios, los responsables aseguran estar «totalmente a favor de la revisión de los sueldos en el CNIO. Sin embargo, esta revisión no depende del centro». Explican que «la distribución de regalías era el único incentivo, y se encuentra pendiente de solución«.

Sobre la financiación del centro, detallan que mantiene una financiación a través de los presupuestos Generales del Estado para gastos corrientes de 21,8 millones de euros anuales, desde 2020, con una única excepción en 2022 de 0,5 millones más.

Desde 2018 se han producido dos tandas de estabilizaciones de personal que han supuesto la contratación de más de 120 empleados con cargo a la subvención nominativa, sin que la cifra de subvención haya sufrido alteración alguna, lo que ha supuesto un déficit de 4,5 millones, déficit que puede catalogarse de estructural en los últimos años. Se preveía un aumento en la subvención nominativa del CNIO para este año (dependiente de los PGE), pero no han sido aprobados los Presupuestos Generales del Estado.

En todo caso, para el año que viene, la previsión es adquirir «un separador celular, cofinanciado con el ministerio»; un clúster de supercomputación para toda le programa de IA»; «un equipo de biología espacial…»

El CNIO y la inversión en arte

Otra información publicada, en este caso por el diario ABC, y sobre la que han dado explicaciones los responsables se refiere al programa CNIO Arte al que el centro habría destinado miles de euros.

«CNIO Arte es una iniciativa finalista con financiadores privados, de modo que el CNIO no paga al artista. Éste termina donando la obra de arte al centro, para el beneficio del centro», explicó Blasco, quien aseguró que estos programas para incentivar el arte son comunes en otros centros de investigación en Inglaterra, Estados Unidos…

«A raíz de las actividades de CNIO Arte recibimos una donación de 100.000 euros con la que hemos contratado a ocho investigadores en los últimos años»

Explican, por escrito, que «son cantidades que no pueden ser destinadas a ninguna otra finalidad distinta de CNIO Arte o acciones de CNIO Arte, porque así se recoge en los acuerdos con los financiadores y que han sido aprobados por la Comisión Delegada del Patronato del CNIO».

El centro cuenta con «un déficit estructural» de 4,5 millones de euros que está directamente relacionado con «la estabilización de empleo» de más de cien investigadores, según aseguró Blasco. «En el CNIO trabajamos con la nominativa congelada desde hace 20 años», apuntó Fernández-Capetillo.

Sobre su dimisión y su salario

En el turno de pregunta de los periodista, Blasco tuvo que responde a si tenía pensado dimitir como piden algunas voces. La directora del centro admite haber escuchado cerca esas voces que piden su cabeza, pero asegura que «contrastan con los números» y el trabajo de excelencia del que dan cuenta «los informes externos al que el CNIO se somete cada dos años».

Blasco, que lleva al frente de la dirección científica del CNIO desde 2011, ha defendido su trabajo en el que encuentra razones para continuar, pero ha explicado que renovarla en su cargo, que se revisa cada cinco años, «es decisión del patronato del CNIO».

«Mi contrato es algo que se renueva cada cinco años por el patronato del CNIO. Mis evaluaciones de los últimos años han sido muy buenas», ha asegurado. Puntualizando: «No dudo de que haya gente que las cosas le gustaría que fueran de otra manera».

La científica ha respondido sobre su retribución, señalando la Orden de 12 de abril de 2012, que regula el régimen retributivo de los máximos responsables y directivos en el sector público y otras entidades.

Blasco parte de un salario mínimo de 75.000 euros como «máxima responsable» de una fundación del grupo 1 con un tope de 150.000 euros anuales, según la norma que data de cuando Cristóbal Montoro era ministro de Hacienda, de abril de 2012, y que topa el salario de la directiva a un máximo del doble de su salario de partida.

Fuente: Noticia original

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