Como se esperaba, la Real cerró el mercado sin hacer ningún fichaje. La dirección deportiva no ha solicitado la incorporación de ningún futbolista, a pesar de que, como es normal, ha seguido el mercado aunque finalmente haya decidido no realizar ningún movimiento: “No hemos mirado nada en el mes de enero. No ha habido ninguna conversación con ningún club para incorporar a ningún jugador”, declaró Jokin Aperribay en los micrófonos de Euskal Telebista el domingo al mediodía antes de la comida oficial entre ambas directivas.
A pesar de los discretos resultados, los pobres registros realizadores y del cansancio acumulado, los técnicos realistas han optado por no mover ficha. La explicación, entre otras cosas, es que creen que han hecho una inversión muy fuerte en verano, lo que ha dejado a las arcas renqueantes y que la apuesta es “de futuro”, por lo que su intención es que los refuerzos maduren en situaciones de máxima exigencia como la que van a vivir estos meses.
Respaldo de Imanol
Imanol Alguacil ya dejó claro tras la derrota ante el Getafe su respaldo absoluto a la plantilla: “Yo no voy a pedir refuerzos, lo que tengo que hacer es trabajar a muerte para sacar rendimiento a esta plantilla, de la que estoy más orgulloso que nunca por todo lo que me ha dado a mí y al club en estos cinco años. Ahora, más que nunca, estoy con esta plantilla”.
Como ya informamos, el técnico ni había pedido ni esperaba ningún refuerzo por mucho que la gran mayoría de los aficionados no acaben de creérselo dada la situación actual del equipo y el déficit anotador que arrastra desde la temporada pasada. Con el agravante de que en esta ventana de enero se han ido dos de los delanteros, Sadiq y Magunazelaia, cedidos a Valencia y Córdoba respectivamente, además del medio Urko, al Espanyol. En realidad ninguno de los tres estaba teniendo demasiado protagonismo en lo que llevamos de temporada, por lo que las tres operaciones se pueden considerar como inversiones de futuro tanto de consumo propio, si se revalorizan y se hacen con un hueco de nuevo en la plantilla realista, como para hacer negocio en forma de salida en verano.
La Real se suma a Real Madrid, Atlético y Barcelona, que no han fichado nada. Los que sí han acudido del vagón europeo han sido el Athletic, que ha contratado a Maroan Sannadi, el Villarreal, a Buchanan, el Betis, a Antony, el Girona, a Arthur Melo, y el Sevilla, empatado a puntos con los blanquiazules, a Rubén Vargas y Akor Adams. Osasuna y Mallorca tampoco han cerrado ningún fichaje.
Traoré y Zakharyan
Como se suele decir cuando hay futbolistas que regresan tras una larga convalecencia, Hamari Traoré, que está muy cerca de entrenar como uno más al 100% en Zubieta, y Arsen Zakharyan, que por fin logró tener sus primeros minutos de la temporada en Pamplona, son los dos refuerzos invernales de esta Real. Y, dicho sea de paso, no son precisamente dos cualquieras, ya que el lateral disputó 40 partidos la campaña pasada, 35 de ellos desde la titularidad, y el ruso, a la chita callando, alcanzó los mismos encuentros, aunque salió de inicio en 22 ocasiones. Es más, su precio fue de 13 millones de euros, en una de las grandes inversiones del club, que todavía queda mucho por amortizar desde el punto de vista de rendimiento deportivo. Huelga decir que el ruso era el único que estaba con una media sonrisa al término del encuentro de Pamplona tras el 2-1.
Aramburu, con el 19 Con las tres citadas bajas, la Real se quedaba con tres dorsales libres y solo ocupará uno de ellos para adjudicárselo a Jon Mikel Aramburu. El venezolano, que renovó en dos ocasiones el pasado año, ya es jugador del primer equipo a todos los efectos y le concedieron el elegir su propio número. Finalmente, se decantó por el 19, que lucía hasta ahora Sadiq. El 15 y 25, por lo tanto, se quedarán libres.
Sin caras nuevas y con una parte de la afición pidiendo cambios casi con histerismo (sobre todo en redes sociales), lo cierto es que la Real se juega mucho ante Osasuna este jueves. Porque la temporada se puede hacer muy larga…
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