Hablemos de cine y las series de 2024: lo mejor, lo no tan bueno y lo absolutamente peor de lo peor del año

Se acabó el 2024 y con él pasaron muchas series, películas, miniseries, grandes regresos a la pantalla, y otros que pudieron haberse quedado donde estaban, prestigiosos festivales y más muestras del cine y la televisión.

Y es que después de un par de años de incertidumbre, hoy en día vemos a la industria cinematográfica más activa y voraz que nunca.

Entre los estrenos que vimos, tanto en la pantalla grande como en la chica, con los servicios de streaming y las cadenas peleando el mayor número de vistas, las campañas en redes sociales se volvieron desde las más elaboradas hasta los bombardeos en memes y un sin fin de trends.

Lo que nos quedo claro es que la tan cursi, gastada y barata estrategia de apelar a la nostalgia de la audiencia esta más que lejos de desaparecer. Y es que por más repetida y obvia que resulte, este evidente “cash grab” es una fórmula que busca reproducir éxitos de antaño y que con todo y sus críticas en algunas ocasiones funciona, y en otras fracasa de manera rotunda.

Aun así, sigue siendo el recurso más utilizado al ser el menos arriesgado para las casas productoras.

Sin embargo, hubo quienes sí se arriesgaron, y por su muy bien logrado esfuerzo los vemos en esta lista, como reflejo de que la gente está siendo más exigente con lo que ve y, sobre todo, en cómo gasta su tiempo y dinero.

Para definir este listado, de los tres primeros lugares en lo mejor y lo peor que vimos el 2024, la clasificación se hizo acorde a las reseñas, críticas, mejores valoraciones de la audiencia, listas de medios especializados, y sobre todo, la apreciación de una servidora, y sus diferentes opiniones acera de lo más destacado. Ya sea por su maravillosa narrativa, así como por lo olvidable que resultaron algunas de las obras presentadas durante el año pasado.

Calificaremos como tercer lugar a lo bueno, al segundo como una producción mejor que buena, y la ganadora con el primer puesto a lo mejor de lo mejor.

Para la categoría menos halagadora, del menos malo a lo peor, las categorías quedan: Lo malo de lo peor, la decepción del año y lo absolutamente peor, al indiscutible fracaso tanto para la audiciena, crítica, box office y en general, para nada recomendable de ver si quiera por sus cualidades desagradables y aburridas*.

*(Abro paréntesis para aclarar que sí hay películas qué ver precisamente por lo malas que son, un tema a analizar próximamente en este espacio)

Hablemos series, lo mejor del 2024

Primero lo primero, vamos a empezar con una nota positiva, porque definitivamente no todo fue malo, sino todo lo contrario.

Cada uno de los servicios de streaming tuvo series que sobresalieron este 2024, en las que dominaron los temas reflexivos, emotivos, incluso difícles de digerir; es decir, de naturaleza compleja, que requieren un nivel de introspección.

Pero pese a lo denso de sus problemáticas, estas producciones se hicieron un lugar importante en la audiencia, y al mismo tiempo, fascinaron a la crítica, algo que rara vez sucede.

Con todo y que las tramas que tratan sobre estrés postraumático, abuso, acoso, violencia, revictimización, discriminación de género, bullying, misoginia, diversidad sexual, violencia laboral, prejuicios sobre la sexualidad masculina, el ejercicio de la maternidad, la culpa, entre otros, ninguno de estos es más popular que el otro, sino todo lo contrario. Son considerados incluso repelentes de rating entre el espectador común o mayoría-, Pues estos mismos temas ‘incómodos’ fueron los que lograron que fueran reconocidos y así resonar en la cotidianidad de esos espectadores en los pasados meses.

Podríamos concluir de este reciente comportamiento del público que se trata de un televidente maduro y listo para consumir contenido más de fondo, interesante y emotivo, que prevalece en actuaciones sólidas y guiones coherentes, por encima de lo parafarnalio; lo vivencial expresivo conecta más en la ficción que la ficción misma. o sea nos gusta la realidad, pero no tanta, y desde la pantalla.

Así, ahí, de lejitos.

Por eso también contamos con historias bien logradas de ciencia ficción, adaptaciones de video juegos post apocalitpticos, pero sobre todo drama, mucho drama.

En la categoría mini serie de televisión, del bueno, más que bueno y lo mejor:

Lo bueno se lo lleva ‘Disclaimer‘ (Apple TV). Bajo la dirección de Alfonso Cuarón, la multipremiada actriz Cate Blanchet interpreta a una reconocida periodista, víctima de una venganza, donde la pregunta reside en si merece o no que su vida se arruine ante sus propios ojos y sin poder de hacer nada para evitarlo. 

El director mexicano nos lleva por la historia en una narración no lineal, con una fotografía impecable y bajo la perspectiva de un lente fragmentado.

Se queda en penúltimo lugar por la calma -casi lentitud- en algunos episodios, pero la miniserie de ocho capítulos se recupera de esa mesura justo a su final. Entre todos los prejuicios que pueden llevar a los distintos focos, cuando desde fuera no actuamos desde la comprensión, sino desde nuestra propia duda y sospecha.

Al contrario de mantener firmes los lazos de familia, amor y amistad en los momentos de cuestionamientos, pese a lo se explique, prevalece lo que se piense o prejuzgue sobre algunas situaciones que debieran tratarse con la mayor compasión y delicadeza posible.

En casi primer lugar, la miniserie casi perfecta es del canal Max –antes HBO- y se lo damos a ‘The Penguin’.

Si lo tuyo son las historias de cine negro, mafiosos y crimen organizado en el más clásico concepto del género, esta historia adyacente de Batman no te va a decepcionar, con una soberbia interpretación de parte del actor irlándes Colin Farrell, donde aparece completamente irreconocible.

No solo por el trabajo de maquillaje y efectos especiales, sino por cómo se pierde en la personalidad del villano protagonista. Su lenguaje corporal, entonación e intención en cada diálogo ofrecen una imagen de carne y hueso completa.

Al mismo tiempo se siente un homenaje al mismísimo Tony Soprano -de la aclamada serie ‘Los Sopranos’. En la cercana similitud del tema, como en la sociopatía de la figura criminal, logra delinear de manera magistral al máximo delincuente de las alcantarillas de Ciudad Gótica.

Sin dejar de lado la magnífica interpretación de Cristin Milioti, una coestelar perversa y a la altura del despiadado pingüino como la princesa de la mafia Sofia Falcone, quien bien podría haberle robado la historia, de no ser por la excelente actuación de Farell.

Lo mejor de lo mejor lo vimos en el primer semestre del año en la plataforma Netflix con ‘Baby Reindeer’.

Esta comedia dramática de origen británico es una obra basada en la experiencia directa del creador y protagonista Richard Gadd. Plagada de actuaciones que se sienten auténticas, aún en lo más difícil de recrear, trazan la historia y complejidades de los personajes, pero sobre todo la humanidad de cada uno.

Desconcertante, como no se espera que pudiera ser el día a día de cualquiera, cuando hay tanta normalización del acoso y la mal intencionada -miss read, mal interpretacióndel consentimiento y el abuso del poder.

Es tan entretenida, como descorazonada. Profunda y a la vez comedia situacional, demuestra que, aunque no sepamos toda la historia de alguien, no­ significa que las partes más obvias o las aspiracionales, por no ser aún alcanzadas, no sean reales.

Deja una nota de sinceridad sin sonar esperanzadora, cuando nos movemos conmovidos por la empatia, donde al reconocer el sufrimiento y la soledad del otro, al mismo tiempo nos ayudamos a nosotros mismos.

Las mejores tres series del año fueron:

Aún brillando como diamante, en su tercer temporada al aire, la aclamada ‘Hacks’ (Max) es definitivamente de lo bueno de la televisión norteamericana.

Comedia protagonizada por mujeres de generaciones distintas, con la veterana actriz Jean Smart y la joven Hana Einbinder, pone frente a frente las diferencias entre la industria del entretenimiento, el proceso creativo de las escritoras de comedia y cómo ha cambiado, o para nada, el ambiente del medio del espectáculo y sus políticas y motivaciones, en una lucha por mantenerse vigentes y destacar en el competido campo de la comedia stand up.

Jean Smart: risas en pantalla y lágrimas privadas para la extraordinaria  actriz de “Hacks” - Infobae

‘The Teacher’ (FX) es una comedia casi perfecta de la cadena Disney -antes FOX-, actualizada en los temas sobre la educación, las nuevas generaciones, los escándalos y cómo no tomarse las cosas tan en serio, de una manera consciente, sin afectar a los demás.

Y la serie con las tres B’s, es decir, bien escrita, bien actuada y bien dirigida, es la trama histórica de ‘Shogun’ -también en FX- como lo mejor de lo mejor. Una producción maravillosa con un tema desde ‘el Otro’ y sus choques culturales.

Basada en la novela del mismo nobre del autor James Clavell de 1975, es una readaptación de otra miniserie realizada en 1980, pero en esta ocasión en un formato más largo y mejor ejecutado.

La genialidad de esta serie se basa en su concentración en dos personajes: el mercenario pirata Blackthorne (Cosmo Jarvis) y el mítico contenido experimentado guerrero en conflicto con sus compatriotas Yossi Toranaga, llevado a la pantalla por el legendario actor japonés Hiroyuki Sanada (‘The Wolverine’, ’47 Ronin’, ‘Avengers: Endgame’, ‘El último samurai’, ‘John Wick: Chapter 4’).

Tras una exitosa primera temporada, la serie se renovó para una segunda y tercera, luego de sus 18 nominaciones a los premios Emmy 2025.

Menciones honoríficas

Pero sería injusto no mencionar a otras destacadas series que también tuvieron lugar en la pantalla de muchos hogares.

Entre los títulos de ciencia ficción están las excelentes producciones ‘Silo’, ‘Dark Matter’ y ‘Severance (Apple TV): emotivas, con sobresalientes interpretaciones y que no dejan de lado el humor. ‘Severance’, por ejemplo, tiene un balance perfecto entre el suspenso y la comedia.

En comedia, una inigualable joya es sin duda ‘El simpatizante’ (Max), que no alcanza la lista no por falta de méritos, sino más por cuestión de espacio; ‘Dream Productions, del mundo de ‘Inside Out’ (Disney), es de esas producciones divertidas y educativas para todo público; ‘Shrink’ (Apple TV) aborda con humor y familiaridad el tema de la salud mental, la codependencia, crianza, entre otros –desde el género ‘slice of life’-, y cuenta­ con la mancuerna impensable de la leyenda Harrison Ford y Jason Segel, conocido por su papel de Marshal en ‘How I Met your Mother’, una ecuación arriesgada que funciona a la perfección. ­

Drama/Acción: la favorita de la crítica, ‘El día del Chacal’ (FX), buenisíma en ritmo y adaptación; ‘Se presume inocente’ (Apple TV) si no fuera por su final anticlimático sería estupenda; ‘Fallout’ (Prime Video) entretenida, bien narrada y sobre todo fluida, sin importar si eres fan o no del videojuego.

También ‘Landman’ (Paramount), con una historia que cuenta con todo para convertirse en la mejor del siguiente año, y ‘Oldman’ (FX), un drama de acción, con temas de política, guerra, espionaje y con actores experimentados y reconocidos de la talla de Jeff Bridges (‘The Big Lebowski’, ‘Iron Man’, ‘True Grit’) y John Lithgow (‘Dexter’, ‘Third Rock From the Sun’), que pasa bajo el radar, totalmente infravalorado o ‘underated’, según la humilde opinión de la que aquí escribe.

Sólo por nombrar solo algunas.

Ahora, lo no tan bueno de la tv…

Entre lo no tan mejorcito de la pantalla chica se vieron algunos más que desaciertos. Clásicos de artistas inNovadores se vieron mutilados, repitieron historias icónicas ya por sí mismas y se hicieron readaptaciones de las readaptaciones.

Y por si eso no se oyera lo sufienciente redundante y desastroso, en el camino se malgastó dinero y se desaprovechó talento actoral e historias potencialmente buenas en ideas, pero no tanto ya en la realización.

La menos peor del 2024 fue ‘The Acholyte’ (Disney), una producción que sufre del tan recalentado ‘cash grab’ al unirse al universo de Star Wars y abusar del fandom cansado de ideas llevadas a cabo por personas que no saben de ese universo y mucho menos les agrada. Aburrida, incoherente y mal diseñada, es un producto que tan pronto vio la luz fue de un rechazo tal por el público que los mismos estudios evitan mencionarla.

En la categoría de la mayor decepeción se lleva el lugar indiscutiblemente la segunda temporada de ‘La Casa del Dragón’ (Max), con un presupuesto descomunal -más de diez millones de dólares y contando.

Resulta un enigma cómo una historia posicionada entre millones de fanáticos y personajes establecidos en el imaginario del mundo de ‘Game of Thrones’ de alguna manera los guionistas y creadores mantuvieron en el aburrimiento durante la recortada segunda entrega. 

Le quitaron el drama y la tensión, al punto que ni los dragones pudieron sostener los cambios a la historia original, dando vueltas sobre un punto que ya no se sabe cuál es y sin llegar a ningún lado, ni un gancho que nos genere expectativa alguna para lo que será la tercera y última temporada de esta saga.

House of the Dragon | Official Website for the HBO Series | HBO.com

En empate con HOTD tenemos a una muy querida novela de la televisión latinoamericana. Y es que esta producción cuenta con todos los elementos: entre el peor ‘cash grab’, la mayor decepción y el recurso de la nostalgia, se posiciona la señora Beatriz Pinzón, antes conocida como ‘Betty, la fea’.

El regreso de la novela colombiana ‘Yo soy Betty la fea, la historia continúa’, en la plataforma Prime Video, después de más de diez años de ser una de las teleseries más vistas, celebradas, reconocidas e incluso adaptadas para cada país (‘La fea más bella’ en México, ‘Ugly Betty’ en Estados Unidos), no logra la misma química con el público actual y sobre todo en un plano que ya no se relaciona con los espectadores ni de antes, ni de ahora.

A diferencia de su predecesora, no cuenta con el candor y las situaciones de enredos cómicos, entre una joven adulta en un mundo de grandes empresarios y esa complicidad del ‘cuartel de las feas’, sus fieles amigas, necesario para superar los inconvenientes de ser las vistas de largo por encima de su competencia y con la habilidad de resolver las crisis del lugar donde trabajan.

Y como lo más absolutamente horrible de la televisión se queda con la corona del primer lugar la muy publicitada en su regreso cuarta temporada de la antología ‘True Detective: Night Country’. Por mucho que la primer entrega de esta misma miniserie sea de lo mejor de la televisión en los últimos años, esta edición se quedó en lo peor por múltiples razones.

Tenemos a una actriz consagrada, dos veces ganadora del Oscar, Jodie Foster, completamente desaprovechada, al igual que todo el marketing y presupuesto de una producción por de más descuidada.

La historia se queda corta, no termina de cerrar, da brincos entre lo paranormal y la física cuántica, que ni los personajes saben de qué trata la historia.

Un completo condescendiente, insensible y mal disfrazado de políticamente adecuado mensaje anti pueblos originarios y pro indígenas segregados. Excelentes intenciones e ideas, pero muy mal ejecutado.

Puedo haber sido tanto, pero no funcionó. Excelentes actuaciones, guión horroroso.

Menciones horroríficas

‘Original Sin’ (Paramount), o ‘Dexter, la precuela que nadie pidió’, uno de los desastres más notables en el ‘cash grab’/nostalgia.

‘Dune, la profecía’ (Max): precuela recargada en la reciente popularidad por la novela de Frank Herbert, con una producción de gran presupuesto, material de los libros conocido por los fanáticos y actuaciones excelentes como la protagonista Emily Watson, prometía explicar el orden social y político del universo de ficción de Herbert, pero en realidad se queda corta y deja en resoluciones simples las complejidades de los personajes y foco de la trama.

También merecen su propio espacio y mención todos los ‘spinoffs’, historias alternas y demás que han seguido realizando, apoyándose en ‘The Walking Dead’. Con una continuidad sin lógica y forzada –’Darryl Dixon’, ‘Los que sobreviven’ y más proyectos-, esos muertos caminantes más les valdría sentarse a descansar un rato y quedarse ahí. Ya hace bastante años atrás que no aportan nada a la televisión, ni a manera de entretenimiento.

¡Que ya sienten a los ‘walking deads’ por favor y por piedad!

Hablemos de cine

Y en la pantalla grande tampoco se bajó el ritmo con los estrenos. Las grandes productoras, con todo y sus crisis, han apostado a las grandes producciones, temas rebuscados, impresionantes ‘posts’, efectos especiales, tramas de acción, actores populares y en tendencia.

Todo esto, rodeado de CGI bajo la dirección de leyendas que han sido huella con su trabajo previo y que en el 2024 regresaron con ambiciosos proyectos.

A pesar de que todo esto suena a un hit instantáneo, les fue mucho mejor a las producciones más modestas, al cine de arte y poco convencional entre audiencias masivas, y rebasando a los clásicos que fracasaron y explotaron en la taquilla, pero hasta el fondo de las más odiadas, tanto por sus realizadores, como por quienes se dieron la molestia de ir a verlas.

Y sin mayor preámbulo -porque no se merecen tanto tiempo- aquí está lo peor de lo peor del año pasado en la pantalla grande.

Las películas que más destacaron por las pésimas decisiones en historia, adaptaciones y actuaciones este 2024 son:

En la categoría de la menos peor colocamos a a la película ‘Borderlands’ (Eli Roth, Lionsgate films): más de 110 millones de dólares de puro aburrimiento. Con un elenco de superestrellas ganadoras de Oscares y  demostradas en todos los géneros de la pantalla chica y grande, una base de fanáticos del videojuego, fue un absoluto fracaso de taquilla, aburrida y sin sentido.

Una ‘copycat’ de ‘Guardianes de la Galaxia’ (Fox/Disney/Marvel) sin el humor ingenioso, ni la habilidad de usar los recursos de efectos visuales como un recurso y no como donde recargar toda la película.

Esta adaptación del muy querido videojuego de Gearbox Software fracasa con sus ‘cringe’ diálogos y horribles secuencias de acción (?), lenta y aburrida (¿Ya dije aburrida?), además de cambios en la dirección de escena, director, y una espiral de desaciertos en la ¿historia? que nos hace preguntarnos si los actores que aceptaron aparecer en ella realmente leyeron el guión antes de pararse en la grabación.

God I hate this planet...

‘The Joker 2: Folie à Deux’ (whatever) se corona como la mayor decepción del año. Esta anticipadísima y esperada secuela es una prueba definitiva de que segundas partes no son siempre buena idea.

Más que una historia por contar, se queda en un inflado epílogo que se extendió por más de 138 minutos de un caótico ‘mix smash’ entre Lady Gaga y Joaquin Phoenix.

Este perdido y pretencioso musical sin propósito, interpretado por personajes que no son relacionables, se rehúsa a construir en la profundidad de su mucho mejor lograda antecesora. Si su director Todd Phillips no quería hacerla, pues en todo su derecho, pero hacer esta redundancia de géneros para no contar nada… por favor, no haga eso, compa. Paro, por favorcito. 

Y sin más rodeos, la que se lleva el triunfo como la más absolutamente espantosa es ‘Madame Web’. Bien podríamos decir que, si este año Sony Pictures se declara en bancarrota por el fracaso, pérdidas, demandas de sus actores estelares, huelgas y más conflictos, lo comprenderemos después de esta atrocidad.

Mal pensada, mal promocionada, escrita (o bueno, intento de) sin idea de lo que se quería lograr, es una parodia de sí misma al grado que ni los mismos actores y actrices que la interpretaron se tomaron en serio la promoción, actuación ni concepción de esta perdida heroína de Marvel.

Desde que se mostraron los avances, lo que había o quedaba de fan base de este personaje se mostró sorprendida y preocupada de lo chocante y horrendo que se veía, y no estaban en un error.

Mención especial al horror del cine, y no estamos hablando del género

¿Qué tienen en común un musical, una mujer trans, México y la lucha contra el crimen organizado? Nada. Pero este 2024 tuvieron en común a un director francés, que decidió que su opinión, estereotipada y deliberadamente desinformada sobre el muy doloroso tema de las desapariciones en nuestro país, eran dignas de cantarse en un musical.

Como si la pobre respuesta de las autoridades por motivos de complicidad en un sistema enfermo de corrupción, pero que al final del día mueve los hilos gracias al apoyo de otros sistemas igual de corruptos, soportados en el tráfico de drogas, armas y una red disfuncional que deja los más horrendos crímenes y familias destrozadas sin consuelo por la violencia y la apatía, no fuera suficiente.

Esa indiferencia y liviandad del resto del mundo que no le importa mucho, ni hace nada por interesarse, es completamente vertida en esta “creación cinematográfica” que pudiera ser de ahora en adelante el termómetro para lo más espantoso del cine.

Cringe, ofensiva, mal interpretada, una suerte de mezcla entre el Joker 2 y el programa mexicano ‘La Rosa de Guadalupe’. Sin dirección, imposible de tomar en serio y completamente un cash grab de lo que en Europa/Francia, y más preciso, lo que Jaques Audiard, el director y creador de esta atrocidad, decidieron llamar ‘Emilia Pérez’.

Horrores del cine, dolores de ojos y oídos, peores guiones de la historia, ahora tienen competencia. De ahora de adelante, la medida bien podrá ser este titulo: ¿Fue tan mala como la de ‘Emilia Pérez’? O, bueno, es mala, pero no es EP, para tener una idea si es horrenda o solo es una película mala.

Entre las muy merecidas menciones horroríficas de lo peor de lo peor:

‘Gladiator 2’: una película que no se debió haber hecho. Ni siquiera iguala a la primera y nos deja un mal sabor de boca en el final y con la idea de que R. Scott no supiera en qué dirección llevar una historia de la que ya no queda nada que decir.

‘Megalopolis’: un verdadero desastre de la ciencia ficción bajo la dirección de Francis Ford Coppola, que le tomó décadas de producción, preparación y una inversión descomunal de hasta su propio bolsillo, resultó en una obra dispersa, irracional, con efectos visuales incoherentes y mal ejecutados, con temas por encima de su propio alcance. Es el experimento visual más innecesario e imaginativo que se ha visto en los últimos años.

“The crow no one needed grimly tedeous away from the soul of the character bleak depressing boring let the poor bird rest in peace…

Reagen, sacrifice depth over charisma and didn´t succeed on the mision…”

Y para cerrar con broche de oro y sin mucho spoiler, lo mejor de lo mejor, la crema y nata, las sorpresas cinematográficas y mejor logradas composiciones audiovisuales en largometraje del 2024 tenemos a:

Lo mejor de lo mejorcito, como ‘the best of the best’, tenemos primero a ‘La sustancia’ (A24), una grata sorpresa de película, con un buen mashup de referencias a toda la industria y sus íconicas joyas del cine, pero que hace una sátira crítica en la metahistoria de la metanarrativa y con actuaciones de fondo en un relato exquisitamente presentado.

La casi perfectaDune part 2‘ (Max, Denis Villeneuve): por más que esta novela me cause sentimientos encontrados por sus falladísimos intentos de adaptación, cabe reconocer que esta versión de Villeneuve parece que se acerca más al mensaje de fondo en donde se entiende que no se trata de una historia de héroes, sino de todo lo contrario. En esta segunda entrega se retrata ese arco, pero falta ver la dirección que toma la siguiente.

Si el director decide llevar la premisa de que ningún lugar de poder se acompaña de un interés social, sino del individuo y el peligro de la idealización de las figuras políticas, o si de plano fuerza una historia de amor rosa (que en la novela no hay) y la ablanda para una audiencia sin crítica, ni capacidad de reflexionar sobre estos temas de la historia original.

Y lo mejor de lo mejor, la crema y nata, la imperdible para todas las audencias y de todas las edades, la maravillosa ‘The Wild Robot’ (Dreamworks, Chris Sanders): es sensible, profunda, relacionable, toca temas desde la maternidad, el sentido de conexión, la importancia de la socialización y la generosidad que hay en reconocerse en el otro, por más ajeno que parezca.

Adaptada de una manera maravillosa a partir de la novela del mismo nombre, escrita por Peter Brown, nos explica de una manera muy ligera la capacidad de reprogramación que podemos desarrollar, siempre que nos interese y sobre todo tengamos esa intención de mejorar con nuestro entorno.

Toca temas que nos interiorizan a todes y nos sensibilizan de manera anacrónica y sin distinciones, bajo la premisa irrefutable de que el sentido de humanidad es algo que se desarrolla, necesario si queremos más que sobrevivir –llegar, y no sólo aspirar, a ser seres plenos- en este planeta.

La mención especial de lo mejorsísimo del cine 2024

Para hacerlo todo aún más entrañable y parejo, la mención honorífica especial por salir casi al final del año -lo que hizo que esta columna se reescribiera de último momento-, porque nos tomamos en serio lo que consumimos de manera audiovisual, y a manera de entretenimiento educativo, lo más bello artísticamente en obra fílmica del este 2024 se lo lleva la hermosísisima ‘Flow’.

Una animación sin un sólo diálogo, con el uso de recursos como los colores, sus matices, luz, sombras, profundidad, sonorización, y contando una historia con imágenes (como las películas están intencionadas de principio) y sin mezclar géneros, ni preocuparse por agendas políticas de tendencia, esta película demuestra que se puede ser imaginativo, creativo y entregar un mensaje de fondo sin complicarse la existencia.

La aparemente sencilla guionización de ascender, perdurar y especialmente llegar a todas las edades, generaciones, sexos, nacionalidades con el mero lenguaje cinematográfico.

Porque a veces lo sencillo es lo más integro, ‘Flow’ demuestra cómo se ve cuando se narra un mensaje de manera hermosa, y cómo jugar con la inmersión y la distancia puede dejar más en el espectador, donde los sentimientos no se dicen con palabras, las sensaciones se retratan y reflejan y se apela a lo simple de una manera compleja y directa.

Conmovedora y dirigida a ritmo de orquesta filarmónica, donde nos comunica mucho sin una sola palabra, que de inicio somos seres aislados, que se encuentran frente a circunstancias que superar y cómo nos encontramos ante éstas, junto al resto de los seres y determinamos el cómo les hacemos frente o las esquivamos.

Merecidisímas menciones honoríficas:

‘A different man’, ‘Houndred of beavers’ (otra animación divina), ‘Inmaculada’, ‘Sujo -así en negritas porque VEÁNLA, esa debió recibir toda la atención que compró la horrorosa EP-, ‘Cónclave’, ‘Desafiantes’, ‘Nosferatu’ (divino homenaje a la original, que se discutirá más adelante en este espacio), la maravillosa y divina ‘Anora -que iba a ser la mención honorífica, pero vi ‘Flow’ y le ganó por las razones que ya se describieron arriba-, y muchas otras que valen la pena tu tiempo, dinero y seguir revisando y viendo, y que sin duda serán los próximos clásicos del séptimo arte.

Fuente: Noticia original

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