La llegada de Trump a la Presidencia de EEUU sigue provocando cambios en la guerra de Ucrania. Los ucranianos temen que Estados Unidos les corte el grifo de las ayudas mientras que los rusos observan expectantes las próximas acciones del republicano. Por ahora, Trump ha asegurado que está teniendo conversaciones «muy constructivas» con Ucrania y Rusia para poner fin al conflicto y subrayó que no se puede permitir que la «matanza» que está teniendo lugar en Ucrania continúe.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirma estar dispuesto a mantener conversaciones directas con su homólogo ruso, Vladimir Putin, junto a otros participantes, para terminar la guerra que comenzó hace casi tres años con la invasión rusa. Ucrania lucha con dificultades contra las tropas rusas, que avanzan en el este del país. Kiev, además, teme que la ayuda estadounidense se agote, ya que Trump criticó este gasto durante su campaña.
Putin declaró a finales de enero que estaba abierto a negociar para poner fin al conflicto en Ucrania, aunque rechazó mantener conversaciones directas con Zelenski ya que no veía «voluntad» de su parte. Rusia pide la rendición de Ucrania y que la exrepública soviética renuncie a entrar en la OTAN. Moscú también pide conservar los territorios ucranianos que reivindica haber anexado.
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