Hay muchas formas de empezar a hacer cine y ninguna es sencilla. La más habitual es comenzar a trabajar en la industria en empleos más pequeños e ir ascendiendo en la escala y los trabajos. También, por supuesto, se puede seguir la vía de los cortometrajes de poco presupuesto que deben ir haciéndote ganar reconocimiento. Normalmente, de hecho, lo más habitual es mezclar ambas para crear una red de contactos y prestigio que acabe contigo al mando de una producción cinematográfica. Sin embargo, decirlo es mucho más fácil que hacerlo.
Por eso, en las facultades de audiovisuales y escuelas de cine uno simplemente sueña con hacer una película, directamente, sin más, y triunfar. A veces, por supuesto, este se hace pero no suele acabar más que en un vídeo muy largo que solo ven tus parientes en algún pase especial. Ni siquiera hacer una película autoproducida te asegura nada, al fin y al cabo por mucho que hagas una película alguien tiene luego que querer verla y, para eso, conocerla y ser distribuida. Por eso sigue siendo un mito entre cualquiera que estudie cine la creación y el éxito de Tesis.
Tras ganarse el derecho a rodar un largo con varios cortos más o menos aclamadas, el estudiante de la Complutense Alejandro Amenábar logró rodar en su facultad la que sería su ópera prima. Como protagonista tenía a Ana Torrent, cuya fama infantil había decaído desde El espíritu de la Colmena o a su amigo Eduardo Noriega. Como cualquier estudiante de cine sueña, Tesis juntaba dos cosas, cine dentro del cine y el género de thriller/ terror. Encima, solo necesitaba para rodarse los espacios de la facultad y algún piso de estudiante. Claro que todo es más fácil si eres un creador de la talla de Amenábar, capaz de dirigir, guionizar, montar y hacer la música. Eso sí, para la fotografía contó con la ayuda de un veterano como Hans Burmann.
El estudiante dejó de serlo a mitad de carrera. Al fin y al cabo, Tesis ganó 7 Premios Goya de los 8 a los que estaba nominado, incluyendo el de Mejor Película. Y que conste que ese año estaba El perro del hortelano, que también se llevó 7 incluyendo Dirección y Actriz principal (Emma Suárez). También estaba otro clásico del cine español como Tierra, de Julio Médem. Pero nada hizo que esta ópera prima dejase de brillar. Al fin y al cabo, su historia sobre un misterioso fabricante de snuff movies (películas de violencia real) consiguió hacer olvidar a todo el mundo sus limitados medios y pasó a la historia de los debuts.
Puede que Alejandro Amenábar no haya estado las últimas dos décadas a la altura de sus primeros años, pero solo decir que tras Tesis, en sus primeros ocho años de carrera, hizo Abre los ojos, Los otros y Mar adentro, acaba de completar la leyenda del debut más extraordinario y la mayor irrupción de éxito y talento de la historia del cine español. Y sí, Tesis está disponible en Netflix para quien todavía no la haya visto, especialmente si eres un universitario que sueña con ser director y quiere conocer la mejor (y más difícil) manera.
Fuente: Noticia original
