La amenaza de Estados Unidos de imponer un “muro arancelario” a México a partir del 1 de febrero sigue vigente y tiene al Gobierno de Claudia Sheinbaum expectante. La Casa Blanca confirmó esta semana que el presidente Donald Trump sigue barajando sus planes sobre imponer un arancel generalizado del 25% a las importaciones de México y Canadá a partir del próximo sábado. A tres días de que se cumpla este plazo, la presidenta Sheinbaum confía en lograr un acuerdo con el republicano para frenar el amago arancelario. “No creemos que vaya a ocurrir. Como les digo: hay conversaciones, hay diálogo, no creemos que vaya a venir esta definición de los aranceles, pero también nos estamos preparando, tenemos también nosotros nuestro plan”, declaró la mandataria este miércoles en Palacio Nacional.
Sin dar más detalles sobre su plan de cumplirse la imposición arancelaria de EE UU, Sheinbaum aseguró que su Administración mantiene un diálogo con el Gobierno de Trump a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores. El asunto no es menor, México es el principal importador de EE UU, con ventas por más de 466.000 millones de dólares de enero a noviembre de 2024, por encima de China y Canadá. Para la segunda economía de América Latina, el mercado estadounidense es crucial: un 80% de los envíos mexicanos en el exterior tienen como destino final algún Estado de la Unión Americana.
En este compás de espera, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, se dijo optimista sobre que Trump terminará por no imponer estos aranceles, pero en todo caso, también enfatizó en que el Gobierno cuenta con una estrategia, en la que han trabajado los últimos ocho meses, para actuar en caso de que el amago de EE UU se convierta en una realidad. “No puedo revelar qué está previsto, pero lo hemos preparado muchísimo. Sorpresas no va a haber ni tampoco reacciones intempestivas”, declaró Ebrard, tras su participación en la asamblea anual de la American Society, realizada este miércoles en Ciudad de México.
Frente a empresarios e inversionistas de EE UU, Ebrard recordó que este Gobierno ha optado por una política de mantener la “cabeza fría” ante las reiteradas amenazas comerciales del republicano como moneda de cambio para detener la llegada de migrantes y tráfico de drogas en su frontera con México. El secretario federal aseguró que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, TMEC, es una historia de éxito y que, desde su firma, en 2020, el comercio y la inversión han crecido 37%. “Vamos a seguir teniendo tratado, hay tratado para rato”, zanjó.
El acuerdo comercial también está en el punto de mira de Trump. Desde su primer día de mandato ordenó a su gabinete hacer un análisis de los beneficios del acuerdo comercial para su país. Uno de los mayores temores de los especialistas comerciales apunta a que el mandatario busque acelerar la revisión del TMEC, vía el amago de los aranceles. Hasta ahora, la evaluación del convenio comercial está prevista para junio de 2026.
La escalada de tensión entre Estados Unidos y México ocurre luego de que Trump amenazara a Colombia con aranceles del 50% a sus importaciones después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, rechazó el aterrizaje de dos vuelos militares de repatriación de deportados de EE UU. Tras horas de tensión y declaraciones cruzadas entre ambos mandatarios, Bogotá acabó aceptando los vuelos con los migrantes colombianos. Este miércoles, el candidato a secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, declaró que Canadá y México pueden evitar la amenaza de imponer aranceles del 25% a las importaciones estadounidenses si actúan con rapidez para impedir la entrada de fentanilo e inmigrantes ilegales en Estados Unidos. “Hasta donde sé, están actuando rápidamente, y si lo hacen, no habrá aranceles”, indicó.
El incidente comercial y diplomático entre Colombia y Estados Unidos encendió las alertas del resto de socios comerciales de Trump. México no ha quedado fuera de su punto de mira. La calificadora Moody’s ha advertido que, de imponerse estas tarifas, se podría interrumpir un flujo comercial entre ambas naciones, valuado en 74.000 millones de dólares. “No está claro si se implementarán los aranceles propuestos. Los aranceles puede que se utilicen como instrumento de negociación táctica antes de la próxima revisión de TMEC, también es posible que algunos o la mayoría de los aranceles podrían ser de corta duración o no implementarse en absoluto”, indicó la firma. La agencia ha hecho hincapié en que, debido a la alta dependencia comercial con Estados Unidos, México enfrenta un panorama complejo. A días de que la fecha límite se cumpla, y con una estrategia propia aún bajo llave, el Gobierno de Sheinbaum confía en que el republicano reculará y frenará su amenaza arancelaria contra México, su principal socio comercial.
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