El ‘Summit Conversaciones Humanitarias: Tecnología y Vulnerabilidad’ ha tenido lugar el 20 de febrero en la sede de Cruz Roja Española en Madrid, tras ser aplazado debido a la DANA que afectó a la provincia de Valencia y otras localidades el pasado 2024. Una jornada que ha reunido a destacados expertos de los sectores tecnológico y social y ha brindado un espacio para reflexionar sobre el impacto de los avances tecnológicos especialmente en las personas en situación de vulnerabilidad, analizando tanto sus beneficios como los desafíos que representan.
Este evento cierra la serie de encuentros ‘Conversaciones Humanitarias Generadoras de Talento’ organizados por Cruz Roja Española que a lo largo de 2024, la Fundación Cruz Roja Española organizó con el propósito de impulsar un pensamiento humanitario que contribuya a cambiar mentalidades y realizar transformaciones sociales en beneficio de las personas más necesitadas.
El compromiso de cruzar las líneas rojas
El Summit Conversaciones Humanitarias: Tecnología y Vulnerabilidad se centró en un objetivo clave: Cruzar las líneas rojas. De la mano de la periodista y moderadora Ángeles Caballero, once invitados y la presidenta de Cruz Roja Española y su fundación, María del Mar Pageo, fueron los responsables de imaginar un futuro más justo e inclusivo, pero, también, de desafiar los límites y las convenciones. Cruzar las líneas rojas para hablar con libertad y honestidad, debatir sin prejuicios ni ideas preconcebidas, y actuar con valentía, responsabilidad y compromiso. Un acto de cruzar líneas rojas como motor del evento y como símbolo para promover una reflexión profunda desde el compromiso por construir una sociedad más equitativa y el uso de una tecnología con propósito.
Salud en Clave Digital
En la primera mesa, Salud en Clave Digital, Miguel Luengo-Oroz CEO de Spotlab.ai, Itziar de Lecouna, directora del Observatorio Cátedra UNESCO de Bioética de la Universidad de Barcelona y Cristina Bescos directora de Innovación del EIT Health, analizaron el impacto de la digitalización en la sanidad, destacando tanto sus beneficios como los desafíos que plantea. “Esta revolución nos va a permitir desde diseñar nuevos medicamentos y nuevas vacunas a nivel molecular, a nivel clínico dar diagnósticos más precisos para encontrar el tratamiento adecuado y permitir que haya información accesible a todo el mundo. El crecimiento de información que tenemos como paciente es potencial. Tenemos que mantener el espíritu crítico. Ahora nos fiamos de lo que nos dice CHATGPT y es necesario ser más crítico” explicó Miguel Luengo-Oroz. Itziar de Lecuona, por su parte, resaltó: “estamos en un momento de apuesta científica, política y económica. La IA no nos va a sustituir ni eliminar, toda innovación requiere de capital humano”.
En la misma línea, Cristina Bescos añadió: “Vamos a luchar por un modelo europeo, dejar de pelearnos regiones y países y ver realmente cuáles son los valores los derechos fundamentales que queremos mantener a nivel europeo y hacerlo desde el principio coordinado”. Entre sus conclusiones, destacó la importancia de tener una función social en el sector de los mayores: “Tenemos que asegurarnos de que el acceso a estas oportunidades sea democrático. No es un tema de tecnología, se trata de que establecer ciertas políticas de salud. Tenemos una gran oportunidad ahora”.
Educación Conectada
En la segunda mesa, Educación Conectada, el debate se centró en los desafíos que debe afrontar la educación en la era digital. Chelo Fernández, de la Fundación Barcelona Mobile World Capital, Laura Cuesta, profesora de la Universidad Camilo José Cela y Mariano Fernández Enguita, catedrático emérito de la Universidad Complutense, debatieron sobre el potencial de la tecnología para mejorar el aprendizaje, pero también advirtieron sobre los efectos de la brecha digital. “No podemos meter a los niños en una burbuja y decirles que la tecnología es mala. Para las familias vulnerables los colegios es el sitio más seguro donde los niños pueden formarse y acercarse a la tecnología”, señaló Laura Cuesta.
Por su parte, Chelo Fernández destacó: “Sabemos lo que tenemos que hacer, primero un cambio de mentalidad, porque si no, no habrá transformación. Si queremos dar respuestas del siglo XIX, debemos cambiar la mentalidad. Estamos procrastinando mucho para pasar al siglo XXI». Además, Mariano Fernández Enguita, desde la reflexión histórica, coincidió en la idea de que la tecnología en las aulas no es una opción sino “una necesidad para la que hay que preparar al alumnado de todos los centros”. Para Enguita, esa preparación no consiste solo en un manejo técnico, sino también en el fomento de un pensamiento crítico sobre “cómo las tecnológicas pueden usar los dispositivos para la manipulación”. En este sentido apuntó que, si bien es cierto que en los centros escolares se puede limitar el acceso a ciertas redes, “creo que lo que debería explicar un profesor es como un reel te lleva a otro y en seguida puedes estar en la machoesfera sin haberlo pedido, eso es lo que hay que enseñar”.
Derechos Humanos en Tiempos de la IA
En la tercera mesa, Derechos Humanos en Tiempos de la IA, Enrique Ávila, director del Centro de Análisis y Prospectiva de la Guardia Civil, Moisés Barrio, letrado del Consejo de Estado y María Cano Bonilla, experta en ética e inteligencia artificial, trataron los retos éticos y de derechos humanos relacionados con la inteligencia artificial. María Cano Bonilla expresó que “es una de las cuestiones que está sobre la mesa en todo el mundo. Creo que lo más impactante de la desinformación es que está haciendo que los ciudadanos dejemos de confiar en la tecnología y en la información. Explicaba además “esto ataca el pilar de cómo se crea el conocimiento, nos despoja de la capacidad de tener un pensamiento crítico”. Moisés Barrio añadió: “Tenemos dos retos que resolver no solo España sino en todos los estados. Uno los tribunales están pensados para la era analógica, los tribunales de Justicia operan con procedimientos y plazos en días, excepcionalmente, si no son meses o incluso años mientras que en el mundo digital todo se caracteriza por esa inmediatez La segunda es la simetría de las partes. De una parte tenemos a un ciudadano y al otro una empresa tecnológica: un David contra Goliat”. Por otro lado, Barrio advirtió de que «la tecnología no es neutral, la desarrollan las compañías y responde a los intereses de cada corporación”.
Enrique Ávila, por su parte, centró su discurso en la responsabilidad: “Por supuesto, hay una acción de gobierno para asegurar la resiliencia de nuestras sociedades y en eso, por ejemplo, trabajamos desde la guardia civil donde hacemos campañas de lo que se denomina cultura de la seguridad y cultura de la ciberseguridad que van orientadas directamente a generar esa resiliencia social. Seremos tanto más resilientes cuando más conozcamos cuáles son los riesgos y las amenazas”. Además, Ávila puso sobre la mesa la necesidad de ampliar nuestra “visión occidentalocéntrica” sobre la IA que hace que perdamos de vista su esencia global. Un factor que, según Ávila, nos hace correr riesgos en geopolítica, seguridad y defensa.
Compartiendo Oportunidades, Construyendo Futuro
La jornada culminó con la mesa de cierre, Compartiendo oportunidades, construyendo futuro, con la participación de María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja España y de Fundación Cruz Roja Española, Miguel Sánchez Galindo , director general de DIGITAL.ES y Senén Barro, director del CITIUS de la Universidad de Santiago, quienes subrayaron la necesidad de colaboración para afrontar los retos futuros de la tecnología. María del Mar Pageo, comenzó el debate destacando el compromiso de Cruz Roja para que la tecnología contribuya al desarrollo humano “sin dejar a nadie atrás”. Además, afirmó que, desde el ámbito humanitario, “estamos ante un cambio de paradigma de la respuesta humanitaria sobre todo en grandes crisis en las que hemos pasado de dar respuestas reactivas ante la emergencia a dar respuestas anticipadoras, sin duda es una oportunidad magnífica”. En palabras de Pageo, “la tecnología es una herramienta que nos permite acercarnos y comunicarnos con las personas sin sustituir el contacto humano pero sí, como una herramienta que nos facilite nuestros procesos internos como a muchas organizaciones instituciones”.
La presidenta explicó que, “para mitigar estos riesgos, es crucial implementar políticas que garanticen un acceso equitativo a la tecnología, promuevan la alfabetización digital y protejan los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad en la era digital. Hay que pensar en todas las personas, también las que están en los márgenes. La parte humanística también complementa al desarrollo tecnológico. Las personas que hacen desarrollo tecnológico tengan formación humanística”.
Por su lado, Senen Barro, como investigador, recordó la importancia de la ética pero también, que ésta nunca debe sustituir al derecho: “Una visión humanista tiene que estar absolutamente presente porque ese discurso que todos nos hacemos y que nos gusta tanto sobre la tecnología al servicio del ser humano y para las personas, no se va a cumplir”. Miguel Sánchez explicó, desde una óptica más empresarial la colaboración con la administración “trasladando el impacto que tiene la tecnología y, sobre todo, las buenas prácticas que podemos encontrar en diferentes sectores y ámbitos de la tecnología.”
La presidenta se despidió con un motivo discurso para recordar la máxima que siempre acompaña a los principios humanitarios sobre los que se articula actividad de Cruz Roja: “Para que la tecnología no haga daño y conserve su potencial hay dos elementos clave ética y sentido critico”.
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