El Oso de Oro de la 75 Berlinale fue para la cinta noruega «Dreams (Sex, Love)», de Dag Johan Haugerud, pero el festival también destacó el cine latinoamericano con dos de los galardones más importantes, el Gran Premio del Jurado, para «O último azul», del brasileño Gabriel Mascaro, y el Premio del Jurado, para «El mensaje», del argentino Iván Fund.
El jurado, presidido por el cineasta estadounidense Todd Haynes y que integraban, entre otros, el realizador argentino Rodrigo Moreno, o la actriz china Fan Bing Bing, compuso un palmarés equilibrado entre lo artístico y lo social.
El máximo galardón fue para una historia de amor con la que Haugerud cierra una trilogía y que es «singular e irónicamente universal»; y traza con una «increíble confianza y precisión los mecanismos del deseo», en palabras de Haynes.
Una película con tres fantásticas interpretaciones, de Ella Øverbye, Ane Dahl Torp y Anne Marit Jacobsen como una hija, madre y abuela, respectivamente, en el momento en el que la más joven se enamora por primera vez.
Argentina y Brasil triunfan en la Berlinale
Los dos siguientes premios en importancia del palmarés fueron para el cine latinoamericano. Por un lado, el brasileño Mascaro se llevó el Gran Premio del Jurado por una película que defiende el derecho a soñar de una mujer de 77 años (gran Denise Weinberg) y que demuestra que nunca es tarde para encontrar el sentido a la vida.
Mientras queel argentino Iván Fund sedujo al festival y al jurado con su poesía en blanco y negro para contar una historia que también usa el realismo, o el surrealismo, para reivindicar el amor, en este caso de la familia.
Una niña que se comunica con los animales y unos adultos que la tratan con amor, aunque la película deje mucho abierto a la interpretación.
Fund aprovechó al recoger el premio para recordar que en Argentina lo están pasando muy mal, «que el cine está bajo ataque» y «la cultura se está desmantelando», pero lanzó un mensaje de esperanza y supervivencia. Porque -agregó- «somos muchos y vamos a permanecer unidos».
Por su parte, el presidente del jurado Haynes celebró que el festival pusiera el foco en las mujeres. «Había tantos filmes en competición con mujeres detrás y delante de la cámara, contando historias sobre vidas de mujeres y sus experiencias, que nos produjo una gran impresión», declaró.
Dirección y guión para dos películas opuestas
El premio a mejor guión fue para el rumano Radu Jude, por una película realizada con un iPhone en tan solo 10 días. Una crítica social envuelta de toques de comedia de un director que tuvo el discurso más comprometido y caótico de la noche.
Tras recordar a Luis Buñuel, de cuyo nacimiento se cumplen hoy 125 años, pidió más dinero para la cultura, más solidaridad a Europa ante las presiones del exterior y expresó su confianza en que el Tribunal Penal Internacional de La Haya haga su trabajo «contra todos esos bastardos asesinos».
Mucho más pausado el chino Heu Menh, que se llevó el premio a mejor dirección por «Living the Land», una película sobre el choque entre las tradiciones milenarias de su país y las nuevas tecnologías.
Rose Byrne, un premio que inicia el camino hacia el Óscar
En interpretaciones principales ganó una de las favoritas, la estadounidense Rose Byrne, por un papel muy complejo en una película extraña, «If I Had Legs I’d Kick You», de Mary Bronstein.
La actriz ya llegó a la Berlinale encumbrada tras el exitoso paso del filme por el Festival de Sundance y aquí se refrendó la que es sin duda la mejor interpretación de su carrera y la que le podría llevar directa a la nominación al Óscar el año próximo.
Doblete estadounidense en las interpretaciones, con Andrew Scott como el mejor secundario de la competición de la Berlinale por interpretar al compositor Richard Rogers en «Blue Moon», de Richard Linklater, donde el protagonista es un Ethan Hawke al que muchos aventuraban premio en este festival.
El más discutible es el Oso de Plata a la contribución artística para la vacía «La tour de Glace», de Lucile Hadžihalilović, con una hierática Marion Cotillard como la reina de las nieves.
En la gala celebrada en Berlín se entregaron además los premios a mejor ópera prima, que fue para el mexicano Ernesto Martínez Bucio, por «El Diablo Fuma (y guarda las cabezas de los cerillos quemados en la misma caja)». Así como de documentales, en los que hubo una mención para la peruana Tatiana Fuentes Sadowski, por «La memoria de las mariposas».
La 75 edición del festival cinematográfico se celebró en medio de un ambiente muy político debido las elecciones alemanas que se celebran este domingo, en las que los ultraderechistas podrían obtener un resultado histórico.
ct (efe, afp)
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