Madrid (EFE).- El Palacio de Liria convive desde este jueves con la extravagante y, al mismo tiempo, reflexiva obra de la portuguesa Joana Vasconcelos: más de una cuarentena de piezas monumentales y sorpresivas de esta creadora internacional ‘revolucionan’ los jardines y las distintas salas que acogen el legado y la tradición de la Casa de Alba.
Este 14 de febrero abrirá sus puertas al público ‘Flamboyant’, la exposición impulsada por la Fundación de la Casa de Alba y visitada este jueves por el rey Felipe VI, que ha estado acompañado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez- Almeida, y el delegado del Gobierno Francisco Martín, entre otras personalidades.
La artista y el duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martinez de Irujo les ha esperado a las puertas del Palacio, en cuyo interior se encontraba también la duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, con su marido, y el embajador de Portugal en España, João Mira-Gomes.
Nada más llegar a los jardines ya se puede apreciar que algo ha cambiado en el Palacio. ‘El Solitario’ tiene la culpa, un gran anillo de compromiso fabricado con llantas de coche y vasos de whisky se expone en los jardines.
Algunas de sus obras más icónicas
Esta estructura de grandes dimensiones abre esta exposición con algunas de las obras más icónicas de la artista, que usa materiales cotidianos, utensilios domésticos, textiles o cerámica, y los transforma y da vida en piezas monumentales y sorpresivas, que esconden también una reflexión sobre temas, muchos de ellos relacionados con la mujer.
Vasconcelos ha querido que su trabajo dialogue con la historia y la colección del palacio y esa charla entre la tradición y lo moderno se mantiene en las diversas salas, algunas de las cuales se han abierto por primera vez al público, como la capilla.
El Palacio, que data del siglo XVIII, es residencia de los duques de Alba y abrió sus puertas al público en 2019 para que pudiera apreciar su gran patrimonio histórico artístico.
La biblioteca es una de las muchas estancias donde los Alba han dejado entrar a la modernidad. Allí se ha situado a Carmen’, una impresionante lámpara de hierro recubierta de terciopelo negro: esta en la misma sala donde se conserva una carta manuscrita a la condesa de Montijo de Prosper Mérimée, autor de la novela homónima que Georges Bixet adaptó a opera.
En ella se inspirá esta pieza con varias hileras de pendientes de aro de distintos colores como los que usan las bailarinas sevillanas, pero que Vasconcelos ha adquirido en tierras valencianas, como ha señalado la autora.
Es un diálogo entre el pasado, entre las pinturas que decoran las paredes del palacio de grandes a maestros como Goya, Tiziano, Rubens, Zuloaga y Madrazo, y el presente, con la audacia de esta artista que ha ‘adornado’ la biblioteca con un piano cubierto de ganchillo negro hecho a mano al que ha convertido en obra de arte.
Los zapatos de Marilyn
Así lo ha explicado esta cotizada autora, que ha sacado ‘a relucir’ de nuevo los zapatos de Marilyn (2011), una estructura de grandes dimensiones, realizada con cacerolas, con la que ha querido reflejar a la mujer contemporánea, pero también su rol en la cocina y sus dificultades.
También se puede ver el gran lazo ‘J’Adore Miss Dior’ (2013) de frascos del perfume de la firma francesa, y ‘Coraçao Independente Preto’ (2006), una de sus creaciones más conocidas de la que existen tres versiones, en rojo, dorado y negro.
La que se expone es en negro, el color característico de la corte española durante el Siglo de Oro. El corazón se mueve ligeramente con el ritmo de la música portuguesa que suena en la sala.
Entre obras exuberantes y eclécticas se pueden ver también esculturas de animales cubiertas de ganchillo, que ‘hablan’ con retratos de pintores de gran nombre, composiciones especiales que se cierran con ‘La Théière’ (2025).
Es una nueva obra hecha con hierro forjado en forma de tetera realizada a gran escala, y en cuyo interior hasta ocho personas se pueden sentar para tomar esta infusión, como lo hacía otra mujer, su admirada Catalina de Braganza.
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