Un suceso desgraciado ha privado a Sevilla de Enrique Valdivieso, el vallisoletano que «enganchó» a la Historia del Arte a cientos de alumnos de todas las generaciones en la Universidad de Sevilla. Murió este domingo en su casa junto a su mujer Carmen, posiblemente por inhalación de humo tras una combustión originada en una regleta cercana a la cama donde dormían.
Su fallecimiento ha dejado una profunda consternación en la sociedad hispalense. El matrimonio era muy conocido. Su mujer Carmen era profesora de latín en el Instituto Luca de Tena. Su marcha se dejó sentir en el barrio de Santa Cruz y en todo el conjunto de Sevilla.
Nació en Valladolid, pero llegó a la capital hispalense en 1976. Era catedrático de Historia del Arte por la Universidad de Sevilla desde 1983. Lo era de forma emérita desde 2016. Era un apasionado de Murillo y uno de los mayores conocedores de la pintura sevillana desde el Renacimiento hasta el siglo XX. Fue Medalla de Oro de Sevilla e Hijo de Adoptivo.
Su muerte a los 81 años ha impactado en toda Sevilla. El alcalde José Luis Sanz, la propia Universidad de Sevilla, el Museo de Bellas Artes, la consejera de Cultura, Patricia del Pozo o el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández, entre otros, han recordado su huella.
Sin embargo, quienes más han llorado su pérdida han sido sus propios alumnos. El dolor era unánime entre los universitarios, sevillanos y de otras provincias de Andalucía, que han recibido sus clases.
«Obras maestras»
Es en las aulas donde deja su mayor legado. Casi todos los que lo tuvieron como profesor coinciden en señalar lo mismo. «Fue el primero en engancharme de verdad a la carrera», confiesa Carlos Álvarez, hoy profesor de Bachillerato, que fue su alumno en 2011 y 2012.
«Fue un referente para mí. Sus clases eran obras maestras. Comprendías lo difícil y lejano. Adaptaba cualquier detalle tedioso a lo cotidiano y lo llevaba a lo más mundano», explica.
Este sevillano de 39 años asegura que «ha sido duro» escuchar y leer la noticia. También destaca su capacidad por mantener la «pasión», más allá de los 60 años, el momento en el que lo conoció. «Seguía soñando en encontrar tras un muro escondido, alguna obra de Murillo que fuera escondida tras la llegada de los franceses», recuerda.
Lucha por recuperar las obras robadas
Precisamente, este es uno de los empeños que han guiado su trayectoria. «Luchó toda su vida porque volvieran a Sevilla esas obras de arte que robaron los franceses en 1810, en la Guerra de la Independencia«, cuenta María José Caldero a sus 50 años, que fue su alumna en el 1994 y 1995.
«Es el profesor que me marcó. Era una persona apasionada y que sabía transmitirlo a sus alumnos», añade. Tiene guardada en la memoria la nítida imagen del Aula Magna de la Facultad con las bancadas llenas y universitarios sentados en el pasillo. «Nadie quería perderse sus clases».
Los que han seguido su carrera hasta el final, como Maria José, destacan que ha mantenido la pasión «hasta el final». Pese a que ya estaba retirado de la vida académica, seguía impartiendo conferencias y charlas magistrales, la última de ellas el pasado martes en la Casa de los Pinelo.
Su predicción con Las Setas
Fue la presentación de su libro, ‘Pedro de Campaña, un pintor flamenco en la Sevilla del renacimiento’, la última vez que se le pudo ver en público. La defensa del legado de este artista fue otro de sus empeños. Consiguió la recuperación de su retablo en la Iglesia de Santa Ana. La Junta de Andalucía puso la mitad de los fondos tras su campaña.
Más allá del recuerdo del pasado, «tenía mucha visión de futuro». Así lo recuerda Carlos, que tuvo la oportunidad de entrevistarlo como periodista, su segunda carrera. «Me dijo que los sevillanos comprenderían Las Setas después de 20 años», dice. Valdivieso se adelantó al futuro con esta afirmación.
«Es una pérdida terrible. Ha sido una cosa muy inesperada y un impacto muy fuerte, sobre todo por las circunstancias. He tenido una llorera tremenda», zanja María José, que destaca las palabras de otro de los alumnos de Valdivieso, con el que habló en a mañana del domingo: «El vallisoletano más sevillano que muchos sevillanos con carnet».
Impacto en redes sociales
La consternación invadió las conversaciones de los círculos culturales de Sevilla. Era extensible a todas las generaciones. La pérdida de Enrique Valdivieso tampoco ha pasado desapercibida en las redes sociales, donde comparten contenido cada día decenas de divulgadores culturales con miles de seguidores.
«De Enrique Valdivieso aprendí que el arte no solo era cuestión de gozo personal y de análisis profesional, sino de compromiso de vida y posición en el mundo», publicó en X José de León, conservador de Patrimonio Histórico y colaborador cultural de diversos medios.
También se hizo eco la cuenta de TikTok Lost in Seville, cada vez más popular por su labor divulgadora, con más de 20.000 seguidores. «No tengo palabras para describir el impacto de esta noticia. No solo fue una referencia absoluta en la historia del arte sevillano, sino también un incansable defensor de nuestro patrimonio», decía en su último post.
@lostinseville No tengo palabras para describir el impacto de esta noticia. Gracias a todos los que me la habéis enviado, todavía estoy en shock. Enrique Valdivieso no solo fue una referencia absoluta en la historia del arte sevillano, sino también un incansable defensor de nuestro patrimonio. Su legado es incalculable. Hoy, Sevilla pierde a un maestro, a un investigador excepcional y a una persona profundamente enamorada de esta ciudad. Mi respeto y mi más sentido pésame a su familia y seres queridos en estos momentos tan duros. 🙏
Más allá de sus numerosas obras y las restauraciones conseguidas con su tesón, el legado de Enrique Valdivieso quedará guardado para siempre en la memoria de sus alumnos de todas las generaciones, aquellos a los que consiguió «enganchar» con sus magistrales clases en la Universidad de Sevilla.
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